Esta semana el Parlamento de Italia ha dado luz verde al que será su primer programa de ayudas a la compra de coches eléctricos. Un proyecto que se sitúa a medio camino entre la sustanciosa ayuda que cuentan en Francia, y la pequeña de España. Un programa que nos puede servir como ejemplo para futuras ediciones.
Este programa contará con un presupuesto de 60 millones de euros, que será dividido en varios tramos que se irán activando según sea necesario. Un formato que permite destinar el dinero exacto que hace falta en cada momento, pero que también puede suponer un freno burocrático entre una fase y la otra.
El proyecto contempla la ayuda a vehículos de dos ruedas, como motos eléctricas y ciclomotores. Algo que en un país donde las ventas de motos alcanzan niveles muy elevados sin duda es una gran noticia para las marcas que apuesten por estos vehículos.
En cuanto a los coches, estos contarán con dos formato de ayuda. Por un lado está el cliente que se compre un eléctrico, y entregue un coche diésel o gasolina que se enmarque dentro de la Euro1 y la Euro 4. Algo que en la práctica supone retirar de la carretera a coches matriculados antes de 2005, y para lo que el gobierno de Italia ofrecerá una ayuda total de 6.000 euros, mientras que si opta por un híbrido con unas emisiones de hasta 70 gramos de CO2 por kilómetro, la ayuda se queda en 2.500 euros.
En caso de que el cliente no entregue coche, entonces las ayudas se reducen hasta los 4.000 euros para los eléctricos, y 1.500 euros para los híbridos.
Sin duda el apartado más diferenciador es el límite de precio del vehículo a subvencionar. El gobierno italiano ha determinado que debe ser 50.000 euros, IVA incluido, algo que permite aumentar la cantidad de vehículos que pueden acceder a esta ayuda. En la práctica supondrá que propuestas como el Tesla Model 3 Standard, que debería llegar al mercado europeo después de verano, podrán acceder a este incentivo ya que se estima que tendrá un precio de unos 41.000 euros, mientras que la Standard Range Plus llegará a los 44.000 euros.
Un formato que sin ser bueno del todo, tampoco es malo. Está mínimamente dotado, y prima la retirada de los vehículos más contaminantes, pero sin cerrar las puertas a la ayuda de aquellos clientes que no tienen coche que entregar. Como los conductores más jóvenes. Algo que si sucede con el programa puesto en marcha por España. Además eleva en 10 mil euros el límite máximo de precio del vehículo, lo que incrementa las posibilidades de elección del cliente.
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Vía | Pvmagazine
