Una de las razones comúnmente esgrimidas por los detractores del coche eléctrico, o en general, por la mayoría de usuarios de coches de combustión interna más tradicionales, es la poca autonomía que tienen los coches eléctricos frente, especialmente, a los coches diésel que existen en la actualidad. En un estudio realizado por el Laboratorio de Investigación de Transporte (TRL) en Manchester, Reino Unido, se han obtenido algunos datos que describen el futuro del coche eléctrico en esta ciudad.
Este estudio muestra cuando los conductores estarán dispuestos a realizar el cambio al coche eléctrico o híbrido enchufable. Se llevó a cabo proporcionando a 447 conductores diferentes la posibilidad de experimentar por sí mismos coches eléctricos e híbridos enchufables para realizar sus trayectos diarios. En estas pruebas, se obtuvieron infinidad de datos, opiniones y actitudes de los conductores, así como información sobre la utilización de estos coche de prueba y su forma de cargarlos.
En total, los conductores condujeron 940.000 km y los coches se cargaron 15.700 veces, incluyendo cargas domésticas como en puntos de carga situados en lugares públicos. Estos resultados han ayudado a conseguir una información bastante fiable sobre el interés que tiene la población de Manchester en el uso del coche eléctrico e híbrido enchufable.
El 50% de los conductores indicaron que escogería un coche híbrido enchufable frente a uno eléctrico para ser el coche principal, o segundo coche, de su unidad familiar, mientras que otros también valoraban un híbrido enchufable como coche principal y un coche eléctrico como secundario. El otro 50% de los conductores de este estudio, prefería tener un coche eléctrico como coche de uso principal en su vivienda, pero solo si su autonomía supera los 320 km. Si se incrementara esta autonomía a 480 km, el 90% de los conductores optaría por un coche eléctrico.
La adopción de los coches eléctricos e híbridos enchufables puede incentivarse por medio de la instalación de nuevas infraestructuras como puntos de carga rápida cada 30 km en autopistas y carreteras convencionales. Estos puntos de carga podrán suministrar hasta 150 kW de potencia para una carga rápida.
Estos datos obtenidos en Manchester son extrapolables a otras ciudades de Europa, donde los usuarios más tradicionales podrían considerar la compra de un coche eléctrico si probasen uno en sus trayectos del día a día, dejando así de lado los prejuicios que puedan tener sobre este nuevo tipo de movilidad. Mejoras en la autonomía y en la infraestructura de carga también se hacen necesarias.
Fuente | TRL
