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El futuro de Smart pende de un hilo a pesar de su apuesta por el coche eléctrico y de la alianza con Geely

Smart anunció esta misma semana que próximamente abandonará los mercados estadounidense y canadiense como parte de la estrategia de Daimler (Mercedes-Benz) de intentar mejorar la rentabilidad de la marca. A esto habría que sumar la alianza de la compañía con Geely, propietaria de Volvo, Polestar y Lotus: Daimler ha vendido el 50% de Smart a la empresa china, que no para de expandirse añadiendo marcas a su cada vez más abultada cartera.

A pesar de ello, parece que el futuro del fabricante de coches urbanos sigue siendo incierto, pues a pesar del ahorro de costes que supuso compartir con Renault el desarrollo de la plataforma Edison (empleada en los Smart fortwo y forfour y en el Renault Twingo), Daimler no ha logrado alcanzar los beneficios esperados. Dicho de otra forma, Smart se ha convertido en un lastre para que Daimler maximice sus beneficios.

Dieter Zetsche, máximo responsable de Daimler y un gran defensor de Smart, firmó el acuerdo con Geely en un intento por salvar la marca, lo que supondrá el traslado de la fabricación de sus modelos a China. Sin embargo, Smart sigue corriendo el peligro de desaparecer, pues en unas semanas Zetsche abandonará su cargo en favor de Ola Källenius, en cuyos planes no tiene cabida la marca de coches urbanos.

Aparentemente, salvar a Smart supondrá el despido de 10.000 trabajadores, un movimiento que además no garantizará que las pobres ventas de la marca vayan a mejorar. Por ello, Smart podría tener los días contados, si bien Källenius estaría buscando un comprador para el 50% restante de Smart con el objetivo de deshacerse de la marca sin que ello suponga su desaparición.

La decisión se tomará antes de que termine el año, y probablemente Geely sea uno de los principales interesados en adquirir la totalidad de Smart, sobre todo ahora que los modelos urbanos volverán a ganar presencia en el mercado, pues las ciudades son los entornos ideales para los coches eléctricos (recordemos que a partir del año que viene Smart sólo venderá modelos 100% eléctricos, los denominados EQ fortwo y EQ forfour).

Toda esta situación también deja lleno de interrogantes el futuro del Renault Twingo. Perdido su socio de producción, el fabricante francés se encuentra ante varias posibilidades: ¿lanzar una nueva generación sobre la actual plataforma Edison, que admite versiones 100% eléctricas? ¿Emplear la plataforma CMF-A de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, ya empleada en el Renault Kwid y en su variante eléctrica City K-ZE? ¿O eliminar de forma definitiva este icónico modelo urbano?

Fuente | Motor.es

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