Ayer fue presentado de forma oficial el nuevo Volkswagen ID.3, el primer coche eléctrico basado en la plataforma modular MEB del grupo alemán. A pesar de que el modelo todavía estaba cubierto por un denso camuflaje (el diseño definitivo no será revelado hasta el Salón del Automóvil de Frankfurt en otoño), Volkswagen abrió las pre-reservas de la edición de lanzamiento First Edition.
Para reservarlo hay que realizar un depósito de 1.000 euros y confirmar la reserva tras el Salón del Automóvil de Frankfurt. Las primeras unidades se entregarán a partir de abril de 2020, priorizándose mercados como Noruega, Alemania, Países Bajos, Francia, Reino Unido y Austria. En total habrá disponibles 30.000 unidades del ID.3 First Edition para toda Europa hasta que se agoten.
El evento de presentación fue aprovechado por Volkswagen para confirmar alguna de las características técnicas del modelo. Así, contará con tres opciones mecánicas (de 45 kWh y 330 km WLTP, de 58 kWh y 420 km WLTP, y de 77 kWh y 550 km WLTP), así como la capacidad de cargar a 125 kW de potencia en corriente continua (formato CCS Combo 2). Sin embargo, uno de los puntos que más ha llamado la atención del público han sido las dimensiones del modelo.
Anunciado en su momento como un modelo equivalente al Golf (4,26 m de largo), finalmente el ID.3 mide 4,10 m, quedando muy cerca del Polo (4,05 m). Dicho de otra forma, aunque Volkswagen ha anunciado que el ID.3 será un modelo del segmento C (compactos), a la hora de la verdad está mucho más cerca del segmento B (utilitarios).
Sin embargo, a raíz del uso de la plataforma MEB el espacio interior del ID.3 será superior al del Golf, que es ya de por sí un compacto amplio: el modelo eléctrico tendrá un espacio longitudinal 15 cm mayor que su equivalente térmico gracias a su gran distancia entre ejes y a su reducida sección frontal, consecuencia de su naturaleza eléctrica. Además, sus 1,80 metros de ancho lo sitúan 1 cm por encima del Golf, si bien ya hay utilitarios como el Clio V que alcanzan anchuras similares.
Lo cierto es que en los últimos años los utilitarios han crecido mucho de tamaño, estandarizándose longitudes por encima de los 4 m de largo. Algo similar ha ocurrido entre los compactos, hasta el punto de que el actual Golf VII de 4,26 m es uno de los compactos más cortos del mercado. Entonces, ¿qué es el ID.3? ¿Un verdadero compacto dotado de una carrocería de tamaño optimizado, o un utilitario vendido como un compacto por Volkswagen por motivos de marketing (su precio de casi 30.000 euros será muy elevado para un modelo del segmento B, pero no tanto para uno del segmento C)?
Si nos atenemos a sus dimensiones exteriores, nos encontramos ante un utilitario algo crecido, hasta el punto de que apenas es 2 cm más largo que un Renault ZOE, que se convertirá en uno de sus mayores rivales en el mercado europeo. Sin embargo, si nos fijamos en su chasis (tracción trasera, bajo centro de gravedad) o en su espacio interior, vemos que es un compacto con todas las letras.
Podría decirse que gracias al mayor aprovechamiento del espacio interior que permite un coche eléctrico, los diferentes segmentos del mercado podrán redefinirse. Así, los fabricantes podrán lanzar modelos con las dimensiones exteriores de un utilitario, pero con las capacidades ruteras y el espacio interior de un compacto, lo que permitirá crear coches más prácticos tanto para ciudad como para viajar.
Actualmente, los utilitarios del segmento B son el tipo de vehículo más vendido en Europa, con los Clio, Polo, Fiesta y compañía dominando con claridad las listas de ventas (sólo son superados por el eterno Golf). Sin embargo, si sumamos los diferentes tipos de carrocerías disponibles (hatchbacks, SUV, monovolúmenes…), son los compactos del segmento C los que se llevan la palma. El coche eléctrico en general, y el Volkswagen ID.3 en particular, permitirán fusionar lo mejor de ambos segmentos, volviéndose a unas dimensiones exteriores que no se veían en un modelo compacto desde el Golf III de 1991 (4,07 m).
