Hace unos días se produjo la explosión de una estación de repostaje de hidrógeno en Noruega. Como consecuencia, la compañía operadora decidió suspender las actividades de sus otras hidrogeneras, y tanto Toyota como Hyundai, las dos únicas marcas que vendían coches con pila de combustible en el país nórdico, anunciaron la detención de las ventas de coches de hidrógeno en la región. Actualmente apenas circulan 150 vehículos con pila de combustible en Noruega.
La estación de hidrógeno Uno-X se encontraba en Sandvika, Bærum, y su explosión causó dos heridos que circulaban en un Mitsubishi Outlander cerca de la ubicación. De acuerdo con la policía, la explosión fue lo suficientemente fuerte como para que saltaran los airbags del coche sin que recibiera ningún tipo de impacto. Jon André Løkke, director ejecutivo de Nel Hydrogen, la operadora de la estación, declaró lo siguiente: «Es demasiado pronto para especular sobre las causas y qué ha salido mal. Nuestra principal prioridad es el funcionamiento seguro de las estaciones que hemos instalado. Como medida de precaución, hemos paralizado temporalmente otras diez estaciones a la espera de más información».
Con la red de abastecimiento paralizada, tanto Toyota como Hyundai decidieron detener de forma temporal las ventas de sus vehículos con pila de combustible. El manager de Toyota Noruega, Espen Olsen, realizó las siguientes declaraciones: «No sabemos exactamente qué sucedió en la estación Uno-X todavía, por lo que no queremos especular. Pero pararemos las ventas hasta que sepamos lo que ha sucedido, y también por razones prácticas, ya que ahora no es posible repostar combustible».
En paralelo a la investigación oficial de las autoridades, Nel encargó un estudio independiente para determinar las causas del accidente. Los primeros hallazgos indican que se debió a una fuga en el tanque de alta presión, la cual causó la formación de una nube de hidrógeno que se prendió. «Podemos afirmar con certeza que la fuga se produjo en el tanque de almacenamiento de alta presión y actualmente estamos realizando investigaciones para comprender las causas de la fuga y de la ignición».
Al ser la molécula gaseosa más pequeña, el riesgo de fugas de hidrógeno es mayor que con cualquier otro gas: es muy difícil hacer tanques y tuberías completamente herméticos que contengan hidrógeno, especialmente a alta presión. Por ello, los tanques nunca están completamente sellados, pues incluso los coches de hidrógeno pueden vaciarse en unas pocas semanas sin usarse. Además, el hidrógeno es muy inflamable (la energía necesaria para encenderlo es 10 veces más baja que en el metano), por lo que al calentarse tras escapar del tanque se puede prender de forma espontánea. Por otro lado, mezclado con aire aumenta su poder explosivo.
Fuente | Automobile Propre
