En un mercado tomado a asalto por los SUV, y donde apenas hay espacio para los modelos familiares clásicos, resulta cuanto menos sorprendente la propuesta de marcas como Volkswagen con su ID Buzz. Un modelo del que muchos apostaban no llegaría a ver la luz más allá del prototipo que tantas veces hemos visto. Pero finalmente el fabricante alemán ha aprovechado su presencia en el Salón del Automóvil de Monterrey, donde ha confirmado la producción de esta propuesta.
Se trata de la recuperación de un modelo mítico de los años 60 y 70, que ahora regresará de la mano de una propuesta física muy similar, pero radicalmente diferente en el aspecto mecánico y tecnológico. Un microbús (o un monovolumen) que contará con un amplio espacio para los ocupantes y su carga, y que se situará como una alternativa más fresca y desenfadada a los omnipresentes SUV.
De momento desde Volkswagen no se ha querido concretar los aspectos mecánicos del ID BUZZ, pero si se ha indicado que llegará al mercado en 2022, y que lo hará algo menos dotado en cuanto a dotación tecnológica de lo que habíamos visto en el concepto.
De esa forma el modelo comercial no contará con elementos como la conducción autónoma, que según el fabricante no estará disponible hasta 2025. Una opción que suponía por ejemplo el poder esconder el volante para lograr una mayor habitabilidad. Tampoco contará con el sistema de proyección en realidad aumentada en el parabrisas, ni cámaras sustituyendo a los retrovisores.
También han confirmado que los clientes tendrán hasta dos versiones a su disposición. Una tipo monovolumen, pensada para el transporte de personas, y una segunda comercial, diseñada para los profesionales y aquellos que necesiten un vehículo de carga.
Una de las ventajas de este modelo es el uso de la plataforma MEB, que le permitirá sacar el máximo partido a su tamaño. La intención de Volkswagen es que la ID Buzz mida algo menos que la actual VW T6 de batalla corta (4,9 metros), pero que tenga más espacio interior que la T6 de batalla larga (5,4 metros).
En el aspecto mecánico se espera que Volkswagen ponga a la venta una versión con tracción trasera, pero también otra dotada de un motor en la parte delantera, para de esa forma lograr una tracción total. Algo que sin duda agradecerán aquellos que quieran moverse por zonas como caminos de tierra o zonas de nieve.
Como hemos dicho, de momento Volkswagen no ha confirmado los datos técnicos del modelo final. El prototipo contaba con varias configuraciones, entre las que destaca una tope de gama formada por dos motores, cada uno conectado a cada eje, que además de posibilidad de tracción total, le proporcionarán un total de 374 CV. Un sistema de propulsión que le permiten acelerar hasta los 100 km/h en unos 5 segundos, y hasta una velocidad máxima de 160 km/h.
La batería por su parte se beneficia de una distancia entre ejes enorme, 3.3 metros, que podemos comparar con los 2.9 metros del Tesla Model S. Algo que les permitirá alojar baterías que en su máxima capacidad podrá superar los 110 kWh, suficientes para lograr más de 500 kilómetros de autonomía homologada. Por supuesto habrá versiones con menos capacidad, menos autonomía, y más económicas.
La mala noticia es el tiempo de espera para ver este modelo en el mercado. Algo más de dos años, que sin duda son una eternidad en un mercado que se mueve a la velocidad de la luz. Pero al menos el consuelo de los que esperan esta propuesta como agua de mayo ya tiene fecha de finalización, lo que sin duda es la mejor noticia.
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Fuente | Volkswagen