Numerosas unidades del Tesla Model 3 sufren un fallo de ajuste en los guardabarros que puede llevar a una oxidación prematura de la carrocería

Hace apenas unos días nos hicimos eco de la historia de Matt Shumaher, el propietario de un Model 3 blanco cuyo pilar A izquierdo había comenzado a oxidarse de forma prematura. Este problema se había originado a raíz del roce del guardabarros (que va atornillado a la carrocería) contra el monocasco del vehículo debido a un mal ajuste, lo que llevaba a que la pintura saltase, quedando el acero al descubierto y comenzando a pudrirse.

A raíz de la publicación del vídeo en el que explicaba su caso, que se volvió viral, numerosos internautas comenzaron a acusarle de ocultar información, pues su unidad había sufrido con anterioridad algún golpe frontal que podría haber desembocado en estos problemas. El nivel de acoso de algunos usuarios llegó a ser tal que tuvo que desactivar los comentarios de su vídeo en YouTube.

Sin embargo, la página estadounidense InsideEVs ha comenzado a investigar su caso, y se ha dado cuenta de que el problema de ajuste en el guardabarros del Tesla Model 3 de Shumaher no se debe a ningún golpe, pues han localizado a numerosos usuarios que han dado testimonio de exactamente el mismo problema en sus unidades.

Este es por ejemplo el caso de Brent Chaisson, que recibió su Model 3 el 23 de julio de 2018. Este propietario hizo públicos los problemas de oxidación de su Model 3 meses antes de que la historia de Shumaher se hiciera viral. Chaisson, que no ha recibido ninguna solución por parte de Tesla, no recomienda la compra de un Model 3 hasta que no se arreglen los problemas de calidad del coche a pesar de que «adora su unidad».

Otro usuario, esta vez anónimo, explica que aproximadamente tres meses después de recibir su Model 3, el pilar A comenzó a oxidarse. En su caso el problema fue fácil de detectar por ser su unidad blanca. Además, este propietario afirma que ha visto este problema en otros cuatro Model 3, lo que confirma que el mal ajuste del guardabarros y su roce contra el pilar A izquierdo es un fallo endémico del sedán de Tesla.

Estos problemas se unen a los denunciados por Joni Savolainen, que ha comprobado que la pintura del Model 3 tiene un grosor y una dureza insuficientes, lo que lleva a que el vehículo se oxide con facilidad ante cualquier roce superficial. «Llevo cuatro meses investigando estos problemas, casi cinco. Mi coche tiene poco más de 10.000 km, pero parece que tenga 200.000 km. O incluso más. Fui a Tesla más de diez veces para resolver los problemas, y siempre lo niegan todo».

Fuente | InsideEVs

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