Cuando en 2013 se lanzó al mercado el BMW i3, muchos se llevaron las manos a la cabeza por la propuesta estética. Un urbano de cuerpo alto y compacto, que nada tenía que ver con el resto de gama. Incluso le dedicaron un espacio propio dentro de los concesionarios para diferenciarlo todavía más. Un movimiento que para muchos ha sido un error que no tendrá continuidad en la siguiente generación. Pero a pesar de esto, marcas como Lexus siguen pensando que si es buena idea.
Hace pocas horas el fabricante japonés ha publicado una imagen del prototipo que presentará en el Salón del Automóvil de Tokio. Una propuesta destinada a ser el primer coche eléctrico de la marca, y que se basará en el concepto LF-SA, que en su momento ha tenido entre el público las mismas sensaciones agridulces vividas con el BMW i3.
De momento este modelo no tiene denominación, pero basara su propuesta en el concepto visto en 2015. Un todocamino compacto de unos 4 metros de largo, dotado de un diseño extremadamente futurista y un sistema de propulsión 100% eléctrico, pero que también contará con variantes gasolina, híbrida y a hidrógeno.
El nivel de los acabados y un interior repleto de la última tecnología, como dos pantallas para los sistemas de info-entretenimiento, serán otras de las señales de identidad de un eléctrico que contará con una plataforma y un sistema de motor y baterías desarrollados en colaboración con Toyota, y que se rumorea podría ser el primero de las grandes marcas en optar por un sistema de cuatro motores en rueda.
La idea tras este lanzamiento sería el lograr mantener a los clientes de los segmentos de acceso, que están dejando de comprar compactos para lanzarse a por los más de moda que nunca SUV. Un cliente joven al que está dirigido un concepto radical en cuanto a diseño, que en unas semanas sabremos cuánto mantiene de su prototipo inicial.
¿Se equivoca Lexus?. Esa es la gran pregunta. Está claro que el mercado está optando por los todocaminos, pero al mismo tiempo vemos que entre los coches eléctricos más vendidos hay berlinas y compactos. Algo que nos indica que hay espacio para diferentes configuraciones.
Pero donde puede estar el mayor error de Lexus es en seguir el ejemplo de BMW lanzando al mercado un producto totalmente rompedor con su imagen de marca. Algo que limitará el arco de clientes y con ello las ventas a medio y largo plazo. También a la rentabilidad, ya que por algo la mayor parte de las marcas han empezado su oferta eléctrica de arriba para abajo, salvo los que apuntan a modelos de gran volumen donde Lexus no tiene presencia.
Relacionadas | Toyota y Lexus afrontan grandes retos por la competencia de nuevas marcas. Caen las ventas del Prius, y la mitad de sus propietarios se marchan a Tesla
Fuente | Lexus
