DS promete mejorar el rendimiento del DS 3 Crossback E-TENSE tras el titubeante debut de los pre-serie durante las primeras pruebas

DS es la marca premium del grupo PSA (Peugeot-Citroën, Opel). Nacida como una escisión de Citroën, esta firma tenía el objetivo de convertirse en una alternativa francesa a las alemanas Audi, BMW y Mercedes-Benz, que actualmente copan el mercado premium seguidas en la distancia por Lexus y Volvo. Sin embargo, en los últimos tiempos parece que la situación de la nueva marca se ha ido complicando, lo que podría poner en peligro su viabilidad futura.

En Europa, las ventas de DS están siendo casi testimoniales a pesar de la reciente adición a su gama del DS 7 Crossback, un SUV del segmento D que aúna una calidad interior a la altura de sus mejores rivales con un precio de partida bastante atractivo. En China, las cosas están incluso peor; de hecho, las ventas de la marca son tan bajas en el país asiático que PSA ha vendido su participación en la fábrica de Shenzhen (donde se fabrican los DS locales) al grupo Baoneng.

Aunque por el momento se pretende mantener la marca tanto en Europa como en China, la fusión entre PSA y FCA (FIAT-Chrysler) podría suponer la desaparición del joven fabricante de forma prematura, pues se solaparía con Alfa Romeo dentro del nuevo grupo. Sin embargo, uno de los últimos cartuchos de DS para asegurar su supervivencia podría ser su primer coche eléctrico, el DS 3 Crossback E-TENSE.

Este SUV del segmento B se basa en la plataforma modular e-CMP de PSA, compartida con otros modelos como el Opel Corsa-e o los Peugeot e-208 y e-2008. Al igual que estos, el pequeño todocamino cuenta con un motor de 136 cv y 260 Nm de par, con el que hace el 0 a 100 km/h en 8,7 segundos. Su batería de 50 kWh de capacidad con refrigeración líquida le permite alcanzar por su parte los 320 km WLTP de autonomía. Además, el modelo puede cargar en corriente continua a 100 kW de potencia (formato CCS Combo 2), por lo que es capaz de recuperar el 80% de su rango en apenas 30 minutos.

Para comprobar si este B-SUV de extravagante estética es un producto convincente, el medio especializado Automobile Propre se ha puesto a sus mandos en una interesante prueba que nos ha descubierto alguno de sus secretos mejor guardados. Más allá de un diseño vanguardista (en el que destacan las manetas retráctiles automáticamente cuando nos acercamos al vehículo), un interior con un nivel de acabados altísimo y un chasis de tarado cómodo, se destaca la buena habitabilidad del modelo para medir apenas 4,12 metros de largo (su maletero por ejemplo cubica 350 litros).

Sin embargo, si algo sorprende de forma negativa a los probadores, es el alto consumo del vehículo: habiendo recorrido apenas 94 km por autopista (entre 120 km/h y 130 km/h) y otros 99 km por vías secundarias a un ritmo tranquilo, la autonomía restante es de apenas 24 km, lo que equivale a un rango de 217 km por carga, muy lejos de los 320 km prometidos.

El consumo del coche por su parte se acerca a los 20 kWh/100 km de media, un valor muy elevado para un coche pequeño que se ha desplazado a una velocidad media de 53 km/h a lo largo de la prueba. La potencia de carga tampoco llega a los 100 kW homologados, quedándose en apenas 54,2 kW en una estación de IONITY. Además, el vehículo da varios avisos de error durante la carga. Sin embargo, DS explica que todos estos problemas se deben a que la unidad testada era un pre-serie, y que los DS 3 Crossback E-TENSE de producción (febrero de 2020) ofrecerán un rendimiento mucho mejor.

Fuente | Automobile Propre

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