Tesla trae la polémica moda de los DLC (actualizaciones de pago) al mundo del automóvil
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Publicado: 20/12/2019 15:27
En los últimos años, la industria de los videojuegos ha sufrido una importante transformación debido a la llegada masiva de «DLC» (contenidos descargables de pago): son muchas las empresas desarrolladoras que ponen a la venta videojuegos que a posteriori se pueden ir completando mediante la descarga de nuevos personajes, misiones, etc. Por supuesto, pagando.
Esta estrategia, utilizada por la industria de los videojuegos para aumentar sus ganancias, ha sido criticado en numerosas ocasiones por parte de los consumidores, pues consideran que les están vendiendo juegos incompletos que tendrán que ir actualizando mediante DLC de pago. Esta estrategia ni siquiera ha llevado a la creación de videojuegos más baratos; al contrario, cada vez son más caros a pesar de contar con numerosos contenidos descargables de pago.
Ahora, parece que este modelo está siendo exportado por Tesla al mundo del automóvil. El último ejemplo lo encontramos en el «Acceleration Boost» que la compañía ha lanzado para el Model 3 Long Range Dual Motor: mediante una actualización de software valorada en 2.000 dólares, el vehículo puede mejorar su 0 a 100 km/h en hasta medio segundo, pasando de 4,6 segundos a 4,1 segundos.
Aparentemente, Tesla quiere seguir profundizando en esta estrategia en el futuro, pues de acuerdo con el hacker «Green», especializado en el software de la marca norteamericana, hay indicios de que la compañía ya está preparando una actualización de pago similar al «Acceleration Boost». Aunque no entra en detalles, todo parece indicar que sería el adelanto del FSD («Full Self-Driving» o «Capacidad de Conducción Autónoma Total») anunciado recientemente por Elon Musk. ¿Acaso Tesla también va a comenzar a lanzar «demos» de sus nuevas funciones?
La marca lleva ya un tiempo llevando a cabo movimientos similares con las actualizaciones del Autopilot y con el FSD. En el caso del Autopilot, todos podemos recordar el comportamiento errático de los primeros modelos dotados del Autopilot 2.0 de desarrollo propio, que cometían toda clase de fallos incluso en situaciones en las que el Autopilot 1.0 de Mobileye se desenvolvía perfectamente: por entonces incluso el asequible y sencillo ProPILOT de Nissan iba mejor.
Esto se ha solucionado (ahora es un asistente mucho mejor que al principio) gracias a que Tesla ha ido actualizando poco a poco el sistema mediante la recogida masiva de datos de toda su flota, y aunque no ha cobrado por dichas actualizaciones, resulta evidente que el Autopilot 2.0 no estaba completo cuando se lanzó, sirviendo los usuarios como «conejillos de indias» para su desarrollo. En el caso del FSD, una función que no está disponible todavía, la situación es justo la contraria: Tesla está cobrando por adelantado varios miles de dólares a cada cliente por un sistema de conducción autónoma que se ha retrasado en varias ocasiones y que llegará «más adelante».
Esta estrategia probablemente sea copiada por otros fabricantes de automóviles en el futuro, pues ante la bajada de ingresos que supondrá la llegada del coche eléctrico (debido a que no necesitan apenas mantenimiento), las marcas cobrarán por actualizaciones OTA y diversos servicios de pago. Y vosotros, ¿qué opináis de este modelo de negocio? ¿Está vendiendo Tesla vehículos incompletos y/o capados por software, o simplemente está ofreciendo a los consumidores mejorar sus automóviles una vez adquiridos?
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