El MX-30 es el primer coche eléctrico de producción de la marca japonesa Mazda. Este SUV compacto deriva del CX-30, del que se diferencia por una carrocería más deportiva con las puertas traseras de apertura «suicida» (a contramarcha). Este vehículo sin embargo es visto por muchos como un modelo desarrollado con el único propósito de cumplir con las nuevas normativas de emisiones de la Unión Europea. ¿Por qué?
Para empezar, su batería tiene una capacidad limitada, sobre todo para un coche de su tamaño: con 35,5 kWh, apenas es capaz de alcanzar los 200 km WLTP de autonomía. El motor eléctrico (e-Skyactiv) rinde 141 cv (105 kW) y goza de un par de 264 Nm. La carga en corriente continua está limitada a 50 kW (formato CCS Combo 2), lo que se traducirá en 40 minutos para recuperar el 80% de su autonomía. En alterna la potencia llegará a 6,6 kW.
Igual que la carrocería del vehículo sigue la peculiar tradición de Mazda (un capó largo, las puertas traseras similares a las del RX-8, etc), la mecánica también tiene sus rarezas. Los motores térmicos de Mazda no utilizan turbo, pues la marca considera que sus clientes valoran la entrega de potencia gradual de un propulsor atmosférico.
Este carácter es diametralmente opuesto a la entrega de potencia típica de los motores eléctricos, que gozan de un par elevado y constante. ¿La solución que ha encontrado Mazda? Limitar electrónicamente la entrega de potencia del motor eléctrico e-Skyactiv, haciendo que sea más gradual. Dicho de otra forma, Mazda ha hecho artificialmente lento a su primer coche eléctrico para que se conduzca como un vehículo de gasolina.
«Los ingenieros de Mazda han ajustado la entrega de par del motor eléctrico del MX-30 para que sea menos frenética que en otros vehículos eléctricos, razonando que quieren que el MX-30 no se sienta como un cambio dramático desde un vehículo de motor de combustión interna típico». Algo curioso si tenemos en cuenta que normalmente la respuesta de los coches eléctricos sorprende para bien a todos aquellos que los prueban por primera vez.
Mazda tiene previsto presentar una versión con extensor de autonomía del MX-30. Para ello hará uso del nuevo motor rotativo Skyactiv-R, el cual es ideal para un coche de este tipo debido a que su tamaño es muy inferior al de un propulsor térmico convencional. Probablemente la inclusión de esta opción haya sido la razón por la que la marca ha decidido ofrecer en el vehículo una batería de tamaño limitado.
Fuente | Electrek
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