Durante los últimos 60 años, Mazda ha hecho del motor rotativo una de sus tecnologías insignia. Allí donde Citroën y NSU fracasaron, la firma japonesa triunfó, logrando comercializar de forma exitosa una larga extirpe de modelos equipados con propulsores Wankel. El último integrante de esta saga es el nuevo MX-30 R-EV.
Presentado hace exactamente un año, se trata de un híbrido enchufable (o más bien de un eléctrico con extensor de autonomía) dotado de un motor de 830 centímetros cúbicos que actúa como generador. Gracias a su reducido tamaño, comparte espacio en el vano delantero junto a la unidad eléctrica, que rinde 170 CV (125 kW).
Su batería tiene 17,8 kWh de capacidad, mientras que la autonomía en modo eléctrico se sitúa en 85 km WLTP. Podemos comparar estas cifras con las exhibidas por el MX-30 100% eléctrico, que homologa un alcance de 200 km WLTP gracias al uso de un pack de 35,5 kWh, prácticamente el doble que el R-EV.
Dado que es ligeramente más prestacional que el eléctrico puro (145 CV), completa el 0-100 km/h en 6 décimas menos (9,1 segundos en lugar de 9,7 segundos). En cuanto a la carga, llega a un máximo de 11 kW en corriente alterna (0-100% en 40 minutos) y de 36 kW en corriente continua (20-80% en 25 minutos). Curiosamente, ambas versiones cuestan exactamente lo mismo en España: 38.050 euros.
Mazda llevará a producción el prototipo Iconic SP, un claro homenaje al legendario RX-7
A pesar de que las primeras pruebas realizadas por los medios indican que su consumo en condiciones reales es bastante elevado, Mazda se mantiene firme en su apuesta por esta solución. De hecho, durante el Salón del Automóvil de Tokio, el CEO de la empresa, Katsuhiro Moro, ha anunciado el inminente desarrollo de un deportivo con motor rotativo.
Heredero de los RX-7 y RX-8, este vehículo podría inspirarse en el prototipo Iconic SP. Todo apunta a que, como el MX-30 R-EV, será un eléctrico de autonomía extendida. «El equipo centrado en el desarrollo se reunirá. No será fácil, pero espero que podamos dar un paso adelante hacia un nuevo capítulo en este desafío insaciable».
El Mazda Iconic SP emplea un motor Wankel de doble rotor capaz de funcionar indistintamente con gasolina o hidrógeno, el cual se asocia a un sistema propulsor eléctrico. El conjunto rinde 370 CV. La compañía destaca que, gracias a la compacidad y ligereza del motor rotativo, se logra un reducido centro de gravedad, un capó muy bajo, un reparto de pesos del 50/50 y un peso contenido (1.450 kg).
Fuente | Motor.es
