El cierre del mercado de valores ha visto como las acciones de Tesla han alcanzado nuevamente una máxima cotización, cerrando el lunes en nada menos que 780 dólares por título. Algo que eleva la capitalización bursátil del fabricante americano hasta los 140.000 millones de dólares. Una cifra que le permite superar a la de Volkswagen y BMW juntas, y que se produce a las puertas de grandes anuncios y movimientos que podrían hacer dispararse todavía más su valor.
Las razones para este ascenso son varias. Para empezar las buenas noticias procedentes de los suministradores y socios de Tesla están provocando una mejora del optimismo sobre los de Elon Musk.
Uno de estos es la iniciativa de Panasonic para fabricar baterías con Tesla, que ha confirmado que ha logrado por primera vez entrar en beneficios gracias a las cifras del tercer trimestre de 2019. Algo que facilitará el afrontar las inversiones que faltan para llevar la capacidad de la Gigafábrica de baterías de Nevada hasta nuevos niveles de producción.
La otra buena noticia es la firma de un acuerdo de suministro con dos de los grandes protagonistas del sector de las baterías. La china CATL y la surcoreana LG Chem. Dos contratos estratégicos que permitirá a Tesla atender con mayor agilidad los pedidos desde sus principales mercados, Estados Unidos y China, mientras prepara la fábrica que permitirá en 2021 replicar este movimiento en Europa.
Pero para algunos analistas esto es sólo el principio de una dinámica que supondrá multiplicar por varias cifras el actual valor de las acciones. Es el caso de la consultora Ark Invest, que ha indicado que las acciones de los norteamericanos podrían alcanzar un valor de 7.000 dólares por acción en 2024. Otros han aventurado que a finales de año los títulos se estabilizarán en torno a los 808 dólares. Cifra que como vemos no parece que tardará demasiado en alcanzar.
Otra de las razones son la buena dinámica de las cuentas. Después de un primer semestre de 2019 con pérdidas, Tesla logró terminar el año con beneficios. Algo que sin duda gusta mucho a unos inversores que antes de conocer estos datos pagaban apenas 581 dólares por acción.
Tesla tiene por delante este 2020 grandes anuncios que podrían hacer variar de forma drástica el valor de las acciones. El más cercano es el inicio de las entregas del Tesla Model Y. Un SUV que llega en un momento dulce para el sector, y que amenaza con mejorar las cifras del Model 3, no sólo en ventas sino también en lograr un proceso de producción más avanzado y económico. Algo que se traduce en más beneficio por unidad.
Luego llegará la escalada de la fábrica de China, el inicio de las entregas del Semi, la expansión de su red de Supercargadores V3, de tiendas y servicios técnicos…etc
Pero sin duda el momento clave se producirá en abril, cuando Tesla realice una conferencia para hablar de los avances en baterías y sistemas de propulsión. Unos anuncios que suelen estar muy cerca del inicio de su aplicación comercial debido a la amenaza de efecto Osborne que puede tener sobre los actuales productos.
Unas mejoras sobre las que Tesla guarda celosamente los detalles en una conferencia en la que se espera que se desvelen algunos datos clave, y que podrían dar una nueva dimensión a los productos del fabricante de Palo Alto ya a corto plazo, como por ejemplo el facilitar al lanzamiento de los Model S y X de 120 kWh, e incluso el poner a la venta una versión tope de gama del Model 3 con 100 kWh, suficientes para lograr una autonomía homologada de unos 700 kilómetros.
¿Burbuja o inicio del ascenso a niveles incluso más elevados?. Por supuesto una pregunta a la que no hay respuesta más que el paso del tiempo que confirme una u otra alternativa.
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Vía | ST
