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Tesla elimina el Autopilot de algunos de sus coches vendidos de segunda mano sin avisar a los propietarios

Recientemente, varios propietarios de vehículos Tesla comprados de segunda mano han denunciado que la marca ha eliminado de sus automóviles tanto el Autopilot como el FSD (Full-Self Driving o «Capacidad de Conducción Autónoma Total»). Este es el caso de Alec, un usuario que adquirió un Model S de segunda mano equipado tanto con el Autopilot como con el FSD, extras que se eliminaron durante una reciente actualización de software.

El vehículo fue comprado el pasado 15 de noviembre por un concesionario en una subasta realizada por la propia Tesla, que puso a la venta el vehículo tras tener que recomprarlo por un problema de calidad (el borde de la pantalla táctil se volvió amarillento, lo que propició que el dueño original decidiera devolverlo acogiéndose a la «California Lemon Law»).

Cuando el concesionario compró dicha unidad, estaba equipado tanto con el Autopilot como con el FSD, unas opciones valoradas en su momento en unos 8.000 dólares. Tras la venta del vehículo, Tesla decidió eliminar ambas opciones del automóvil, pero no se lo notificó al concesionario que lo adquirió. La unidad fue comprada a su vez el 20 de diciembre por Alec, el cual estaba convencido de que ambos sistemas estaban incluidos en el precio de venta.

Cuando Alec se puso en contacto con Tesla, la compañía le comunicó que no había pagado por dichos extras, ofreciéndole su reinstalación… si accedía a pagar el precio estipulado. Cuando Alec contó su experiencia en un foro especializado, contactaron con él otros propietarios de vehículos Tesla de segunda mano que habían visto eliminados el Autopilot y/o el FSD de sus unidades.

El razonamiento de Tesla es que, aunque el propietario original del vehículo pagó por dichas opciones, el segundo no, por lo que a pesar de que dichos extras estaban incluidos cuando el coche se puso a la venta de segunda mano, a posteriori deben eliminarse hasta que el nuevo propietario los pague. Teniendo en cuenta que ni el Autopilot ni el FSD son servicios de suscripción, su eliminación es realmente difícil de justificar.

Lo cierto es que, aunque todavía no se han establecido estándares en la industria automovilística respecto a las actualizaciones OTA, parece bastante claro que Tesla en este caso ha cruzado una línea muy peligrosa, pues una vez haya vendido un vehículo sobre el papel la marca no debería tener derecho a obligar a los propietarios que lo adquieran de segunda mano a volver a pagar por unas opciones que ya abonó en su momento el cliente original.

Fuente | Jalopnik

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