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Numerosas organizaciones internacionales critican con dureza las ayudas a los coches gasolina y diésel del Gobierno de España

Hace unos días se dieron a conocer los planes del Gobierno de España de crear un plan de ayudas para impulsar las ventas del sector automotriz, el cual cubriría no solo a los modelos eléctricos como ocurre con los planes recientemente aprobados por países como Francia o Alemania, sino también a los gasolina y diésel.

Numerosas organizaciones para la protección de la salud y el medio ambiente han criticado duramente este proyecto que apuesta por la «neutralidad tecnológica», instando a los gobernantes españoles a utilizar los impuestos de sus ciudadanos de forma efectiva y responsable, pidiendo que los incentivos se apliquen exclusivamente para impulsar la movilidad eléctrica en el país.

De acuerdo con algunas ONG es incomprensible que en un momento como el actual vaya a apoyarse la adquisición de coches térmicos: solamente el impacto sanitario de las emisiones de los vehículos diésel en España se estima en torno a los 3.600 millones de euros al año. La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha instado a que los países «dejen de utilizar el dinero de los contribuyentes para financiar la contaminación» en un reciente manifiesto en el que aboga por una recuperación sostenible tras el COVID-19.

Las ONG consideran que el plan de España será desastroso para la salud pública y el medio ambiente, instando a los gobernantes del país a seguir el ejemplo de Alemania, cuyos incentivos no incluyen ni los vehículos gasolina ni los diésel (de hecho, se han duplicado las ayudas estatales a los coches eléctricos con el objetivo de estimular su demanda).

De acuerdo con un informe de la EPHA, España ahorraría entre 477 y 731 millones de euros anualmente en costes derivados de la contaminación ambiental del sector del transporte si eliminara los vehículos más antiguos y lograra que los coches eléctricos consiguieran una cuota de mercado del 21% de cara al año 2021.

El actual Plan MOVES 2020 para la compra de vehículos alternativos tiene unos fondos de 65 millones de euros, los cuales palidecen ante los 600 millones de euros (300 millones del Estado y 300 millones de la propia industria) con los que contará el nuevo plan de ayudas a la compra de automóviles de cualquier tipo.

Fuente | EPHA

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