La crisis del coronavirus ha puesto de rodillas a buena parte de la industria del automóvil europea. Unos grupos que ahora buscan la ayuda de los estados para salvar un sector que da empleo a millones de personas a lo largo de toda Europa. Uno de los últimos ha sido FIAT, que ha solicitado al gobierno italiano un paquete de ayudas valorado en más de 6 mil millones de euros. Pero desde diferentes sectores se ha pedido que esta tabla de salvación venga con importantes condiciones centradas en una mayor producción local, y centrada en las nuevas tecnologías de movilidad.
Esto es lo que piden en una carta remitida al Primer Ministro Giuseppe Conte y a otros miembros del ejecutivo por parte de importantes grupos como Transport Environment (T&E), Legambiente, Kyoto Club, Greenpeace Italia, WWF Italia.
En total FIAT aspira a recibir en torno a los 6.300 millones de euros. Pero para lograrlo se pide que el grupo se comprometa a crear una cadena de valor de movilidad eléctrica en Italia, destinada a garantizar la competitividad de la industria automotriz italiana y su fuerza laboral. en los próximos años.
Según las organizaciones firmantes, el grupo FIAT es hoy el único fabricante de automóviles europeo que aún no ha lanzado ningún vehículo eléctrico al mercado. Eso le ha llevado a tener que realizar un movimiento poco popular en Italia con la compra de créditos de emisiones a Tesla valorados en 1.800 millones de euros para evitar multas más elevadas por no cumplir con las normas sobre emisiones de Europa. Un proyecto por parte de la UE para reducir emisiones que ha entrado en vigor este año, pero que ha sido aprobado hace más de 10 años.
Una dinámica que han intentado corregir de urgencia con inversiones valoradas en 1.700 millones de euros en las fábricas italianas para la producción de coches eléctricos e híbridos enchufables, como la nueva versión del Fiat 500e. Un movimiento que va en la dirección correcta pero que parece para las organizaciones firmantes de la carta «insuficientes para garantizar la creación de un polo italiano de movilidad eléctrica «.
También se hace mención a que FIAT no tiene su sede central en Italia, lo que hace que se reduzcan los impuestos que paga dentro del país. Otro requisito a tener en cuenta por parte de los estados a la hora de ofrecer ayudas públicas.
La conclusión es que las organizaciones firmantes establecieron unas condiciones mínimas que el fabricante debería respetar para obtener los préstamos solicitados para su salvación.
- FIAT debe comprometerse a garantizar que su producción de coches eléctricos en Europa se duplique entre 2023, 2024 y 2025
- Que la producción sea exclusivamente en Italia.
- Deberá dar por terminada la producción de coches con motor de combustión como muy tarde en 2025.
- Deberá mantener los niveles actuales de empleo y dirigirlos hacia la electromovilidad
- Asignar al menos el 80% del presupuesto de investigación y desarrollo a la cadena de valor de vehículos eléctricos o empresas conjuntas para la producción de baterías
- Participar en la creación de una gigafábrica italiana para la producción de baterías
«Si el grupo de la FCA le pide ayuda al Estado italiano entonces debe garantizar que la transformación industrial que el país necesita para estar a la altura de los tiempos, compatible con los compromisos climáticos y los desafíos industriales y económicos, tenga lugar en Italia». y social en progreso «.