Los diferentes gobiernos europeos están buscando la forma de salir de esta crisis económica de la mano de un sistema más sostenible y con menos emisiones. Es por eso que en las últimas semanas estamos viendo como los programas de ayudas a la compra de coches eléctricos se está disparando. Después de Alemania o Francia, ahora es el gobierno de Italia el que ha confirmado un fuerte impulso a su proyecto.
Desde este próximo mes de agosto, los italianos verán como las ayudas a la compra de coches eléctricos aumentan de forma importante con unas reformas fiscales que incluyen una subvención de hasta 10.000 euros para los que se compren un vehículo con unas emisiones de entre 0 y 20 gramos de CO2 por km.
Esto representa un incremento de algo más del 60% respecto a las ayudas dispuestas hasta el momento, y que desde el gobierno esperan permita incentivar las ventas durante el segundo semestre del año.
Para acceder a esta ayuda hay que entregar un coche diésel o gasolina con una determinada edad. En caso de no tener coche para achatarrar, entonces la ayuda será de 6.000 euros, cifras a los que los italianos podrán añadir las ayudas que ofrecen algunas regiones, como Milán.
Allí los interesados en la compra de un coche eléctrico tienen a su disposición 9.600 euros para los que compren un eléctrico entregando un diésel o gasolina. Estos podrán añadir los 6.000 euros de la ayuda del gobierno lo que llevará el incentivo hasta los 15.600 euros. Algo que se traduce en que los milaneses pueden ver como su compra se cubre hasta un 60% con fondos públicos. En Lombardia la cifra llega a los 14.000 euros, mientras que en el Valle de Aosta el incentivo es de 12,000 euros, pero puede llegar a 21,000 para empresas, mientras que en Bolzano y Trento los ciudadanos ahorran hasta 10,000 euros.
Estas ayudas seguirán el formato visto en mercados como Alemania, donde el gobierno pondrá una parte, pero las marcas tendrán que aportar también la suya. Además se contemplan incentivos para vehículos con un precio de hasta 50.000 euros antes de IVA, lo que supone en la práctica que los modelos Standard y Long Range de Tesla podrán acceder, así como otras muchas propuestas de amplia autonomía.
La parte negativa de esta iniciativa es que tal como ha hecho España, Italia también ofrecerá ayudas a la compra de coches diésel y gasolina. En este caso entre 1.750 y 3.500 euros con un precio máximo para el vehículo de 40.000 euros antes de impuestos.
Una medida muy polémica que no ha sido adoptada en Alemania, a pesar de la fuerte presión de los grupos locales todavía muy dependientes de las ventas de coches con motor de combustión, pero que no contarán con incentivos a la compra.
Esto se traducirá que modelos como el FIAT 500 podrán lograr unos precios mucho más atractivos, y por ejemplo la versión especial de lanzamiento, denominada «La Prima» que arranca en los 37.500 euros y que está acompañado por toda la dotación opcional posible, quedaría en los 27.500 euros.
Pero como recordamos el 500 eléctrico ya cuenta en Francia con una variante de acceso con un coste mucho más terrenal, 29.990 euros, que supone renunciar a muchos de los elementos opcionales, pero que con la nueva ayuda de Italia se situaría en los 19.900 euros. Sin duda una cifra mucho más atractiva para este italiano con su batería de 42 kWh y sus 320 km de autonomía WLTP.
Y eso sin contar con las ayudas de aquellas regiones con programas propios que pueden reducir entre un 30 y un 60% el precio del vehículo.
Ahora queda por ver si los fabricantes cuentan con suficiente capacidad para atender la previsible fuerte demanda que veremos en el segundo semestre del año, que se caracterizará por la búsqueda de la recuperación del mercado y el impacto de los nuevos programas de ayudas de los diferentes gobiernos europeos.
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Fuente | Corriere
