Mike Flewitt, director ejecutivo de McLaren, ha realizado unas interesantes declaraciones en las que pone fecha final al desarrollo de nuevos motores gasolina para la mítica marca británica especializada en vehículos de altas prestaciones. Uno de los nichos de mercado que también está en el punto de mira de los motores eléctricos y que desde la marca han puesto fecha para el final de su desarrollo y también de sus ventas.
Según el Sr Flewitt, en 2030 darán por terminados los trabajos de mejora y evolución de sus motores de combustión, a lo que seguirá un proceso de otros cinco años hasta que el número de ventas de estos modelos lleguen a cerca de cero unidades. Algo que supondrá que a partir de 2035 no habrá nuevos McLaren gasolina a la venta.
Una marca centrada principalmente en la competición y que lleva apenas 10 años vendiendo coches a particulares, y que no contará con su primer coche eléctrico a la venta hasta la segunda mitad de esta década. Algo que nos indica que la transición para ellos será más rápida que para la mayor parte de las marcas de coches que han comenzado su transición al menos cinco años antes.
El plan de McLaren es hacer el cambio de una forma muy paulatina, y después de explorar el sector con el P1, un híbrido enchufable, este demostró sus limitaciones en cuanto a evolución al no estar asentado en una plataforma adecuada.
Esto cambiará el próximo año cuando la marca ponga en funcionamiento su nueva arquitectura que estará mejor preparada para albergar un sistema híbrido, al mismo tiempo que sienta las bases para poder diseñar un modelo 100% eléctrico posteriormente.
Entre los puntos más fuertes de este programa de transformación es la apuesta por el desarrollo y producción propia de los componentes que darán forma a los nuevos modelos. Desde las cajas de cambios que se fabricaban en Italia, pasarán a ser producidas en Gran Bretaña. Toda la arquitectura híbrida se desarrolló en el nuevo centro de Sheffield de McLaren, que abrió en 2018, y que permitirá incrementar tanto la mano de obra involucrada en el desarrollo y producción de los vehículos, como la de componentes locales que llegará a un 60%. Un movimiento claramente motivado por el posible impacto del Brexit y la incertidumbre sobre los futuros tratados comerciales.
Opinión
Ciertamente McLaren es una compañía muy pequeña en cuanto volumen de ventas, y cuenta con unos clientes fieles que les permitirá maniobrar con más cautela en esta nueva era del automóvil. Pero al mismo tiempo estamos contemplando como el segmento de los superdeportivos se está llenando de prototipos de próxima llegada con prestaciones superiores a los modelos con motor de combustión de similares características.
Y eso 15 años antes de que McLaren espera vender su último coche con motor gasolina. Un plazo que parece bastante largo incluso para la situación especial de la marca británica que verá en este tiempo no sólo como llegan estos nuevos competidores eléctricos con motores de entre 1.000 y 2.000 CV de potencia, sino que además tendrá que contemplar como estos evolucionan en sus prestaciones con las mejoras en aspectos como las baterías que en cuatro o cinco año habrán ganado al menos un 50% de densidad energética. Pero también tendrá que enfrentarse a una legislación que poco a poco está arrinconando a los motores más contaminantes, lo que impedirá a los propietarios acceder a cada vez más lugares con sus flamantes vehículos.
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