El gobierno de Escocia ha puesto en marcha una interesante iniciativa enmarcada en su plan de reducción de emisiones contaminantes, y de esa forma han buscado la manera de facilitar el cambio de sus ciudadanos de los coches diésel y gasolina a los eléctricos. Y lo han hecho con una de las fórmulas más efectivas y sin apenas costes para el presupuesto público.
Esta supone la entrega de créditos sin intereses a los que quieran comprarse un coche eléctrico. Las condiciones indican que en el caso de un vehículo a estrenar, el precio máximo a financiar será de 35.000 libras (37.900 euros) en un plazo de hasta seis años. En caso de querer optar por una moto, entonces el crédito podrá ser de hasta 10.000 libras, o 10.800 euros al cambio.
La parte más interesante es que desde la administración se ha añadido ahora la posibilidad de adquirir un coche eléctrico de segunda mano. Una posibilidad que permitirá a los interesados acceder a una financiación sin intereses, con un máximo de 20.000 libras (21.680 euros) y con un plazo máximo de devolución de cinco años.
De momento el gobierno de Escocia ha invertido 85 millones de libras en incentivar las ventas de coches eléctricos, y esperan que con estas medidas se aceleren las ventas para de esa forma conseguir reducir las emisiones contaminantes.
Una medida que ataca de forma directa uno de los principales problemas del coche eléctrico y es que incluso en sus propuestas de ocasión, continúan teniendo un coste de adquisición que les alejan de muchos presupuestos. Algo que se podrá mitigar algo con esta sencilla y efectiva fórmula.
Por ejemplo, un Renault ZOE ZE 40, con su batería de 41 kWh útiles y unos 250 km de autonomía reales, está disponible con batería en propiedad en torno a los 16.000 euros. En caso de realizar una financiación convencional, con un tipo de interés del 7%, sin entrada, esto supondría a cinco años una mensualidad de 317 euros y un coste total de 19.020 euros. Por lo tanto, el cliente habrá pagado al menos 3.020 euros en intereses.
En cambio si tiene a su disposición una financiación sin intereses, la cuota a los mismos años con el mismo capital bajaría hasta los 267 euros al mes. Una cifra mucho más asequible que sin duda animaría a muchos interesados en dar el salto a la movilidad eléctrica.
Un formato al que podemos añadir la menor complicación administrativa, el bajo coste para el estado, y además el no acarrear lastres como la devolución en la declaración de la renta de las ayudas directas que constan como ingresos. Algo que suele venir asociados a sorpresas desagradables a la hora de realizar la declaración al año siguiente.
Solución que en España podría realizar sin mayores problemas el gobierno mediante el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
Fuente | Energysavingtrust