En los últimos meses estamos viendo como diferentes fabricantes chinos de coches eléctricos están logrando expandir sus ventas en el mercado asiático, engrasando la maquinaria para expandir sus operaciones a Europa y Estados Unidos. Pero algunos analistas han indicado que estos podrían encontrarse con una fuerte competencia por parte de los fabricantes tradicionales y sus nuevos lanzamientos, y sobre todo con la ampliación de la oferta de Tesla con el nuevo Model Y.
Así lo ha publicado en un informe Bloomberg, que ha indicado que el inicio de la producción del Model Y en China este próximo mes de diciembre, supondrá un fuerte desafío para unas nuevas startups como NIO, que hasta ahora podían moverse con cierta libertad debido a la poca resistencia de los fabricantes tradicionales, y el no contar con competencia destacable en segmentos como los SUV.
A favor de Tesla juegan según Bloomberg, factores como el fuerte valor de marca, su red de distribución, y aspectos como la red de recarga rápida. Algo que se sumará a su competitividad económica gracias a su mayor economía de escala que llegará a las 30.000 unidades mensuales para el Model Y solo en la planta de Shanghai. Cifra que podemos comparar con las 5.000 que ha logrado NIO entre sus tres modelos.
Gracias a esto, Tesla podrá lanzar un Model Y más económico que según los rumores arrancará en su versión más accesible en los 41.000 dólares antes de ayudas. Casi 9.000 dólares menos que en Estados Unidos. Algo que supondrá además mejorar los 54.000 dólares en los que empieza el NIO ES6.
A esto se sumará la competencia que ahora si parecen querer empezar a ofrecer las marcas tradicionales. Nombres como Volkswagen, BMW, Audi o Toyota, están empezando a desplegar sus nuevas propuestas que llegan respaldadas por el prestigio de marca, que les permitirá atraer a una buena cantidad de clientes.
El gran beneficiado de esta situación será el cliente, que tendrá ante si una oferta cada vez más amplia y de mayor calidad. Un aspecto que hará que la competencia se agudice y eso suele suponer o una mejora de las prestaciones, o unos precios más competitivos. Algunas veces incluso las dos cosas.
De momento NIO ya ha reaccionado con la presentación de su nueva batería de 100 kWh, que además añade tecnología Cell To Pack y un nuevo sistema de gestión térmica. Un nuevo elemento que le permite aumentar la densidad energética un 37% y que le permitirá ofrecer una variante con una autonomía de unos 500 kilómetros WLTP.
También se mantienen las buenas perspectivas para NIO en bolsa, donde lleva una racha al alza realmente positiva con un crecimiento del 128% en el último mes. Señal de que hay mucho interés en los nuevos fabricantes y sus buenas perspectivas de futuro a pesar de la llegada de más competencia.
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