Toyota patenta una solución para evitar que los usuarios se queden tirados en la carretera por falta de gasolina o de carga en la batería. Un dron cisterna autónomo será capaz de ir por si sólo hasta el automóvil con problemas para recargar su batería o rellenar su depósito de combustible.
Como si de un avión cisterna se tratara, Toyota ha ideado un dron capaz, vía GPS, de acudir al rescate de los conductores que se queden sin gasolina o sin energía eléctrica en sus baterías.
Inspirado en la aviación militar donde los repostajes en vuelo permiten a los cazas de combate y bombarderos estratégicos aumentar el rango de acción durante sus misiones, el sistema del fabricante japonés emula en la carretera una solución ampliamente utilizada en los cielos de todo el mundo.
El sistema podría ser utilizado para toda las modalidades de ‘combustible’ utilizado para la movilidad: Gasolina, electricidad o hidrógeno. La patente no especifica si sería necesario un dron para cada caso ni sobre qué tecnología partiría.
El robot que recarga al robot
Según la patente, este sistema sería empleado en vehículos autónomos. La idea de que un vehículo robot recarga a un ‘robotaxi‘, aunque tampoco se excluye la idea de que esta gasolinera móvil pueda servir para repostar a coches tradicionales.
En la patente se defiende la opción de este dron cisterna puede ayudar a maximizar la eficiencia de los automóviles programando paradas recurrentes durante una ruta, en pulgar de llenar el depósito por completo. Los ‘pit stop’ frecuentes propuestos por Toyota reducirían el consumo al rodar con una menor carga al usar sólo los litros necesarios para recorrer cada tramo.
Esta pequeña gasolinera con ruedas autónoma sería capaz de encontrar a su ‘cliente’ por si misma, procediendo al repostaje mediante sensores de proximidad que serán capaces de encontrar abrir el tapón del depósito para completar su misión aunque deja más dudas en este aspecto que soluciones concretas.,
La patente no especifica este delicado proceso final de apertura de las diferentes tapas de depósito ni, mucho menos, de los puertos de carga de los coches eléctricos.
Tampoco queda del todo claro por parte de Toyota si la operación se podría realizar con ambos vehículos en movimiento, como si sucede en la aeronáutica militar.
La patentada por Toyota muestra soluciones del futuro a problemas del presente, aunque esta tecnología queda lejos de verse plasmada en el medio plazo puesto que ni el mercado ni la legislación están preparados para el salto hacia la conducción autónoma total.
En el momento actual los automóviles continúan en el nivel de asistencia SAE 2, con vehículos de nivel 3 próximos para llegar al mercado pero aún lejos aún del nivel 5 que lo cambiará todo.