A finales del pasado año se mostraba al mundo una moto eléctrica muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Hablamos de la Volcon Grunt. Un modelo que destacaba por encima de todo por sus enormes ruedas ultra gruesas que acompañaba con un potente motor y que daba como resultado una offroad de lo más divertida y polivalente.
Mientras las grandes marcas continúan mirando para otra parte, son las pequeñas startup las que están engordando cada vez más el mercado de las motos eléctricas. La Grunt es el último ejemplo. Una propuesta que llega de la mano de un sistema eléctrico muy ambicioso, un precio bastante ajustado, y sobre todo un diseño y unas ruedas de lo más agresivas.
Un aspecto donde destacan unas ruedas que parecen sacadas de un tractor en su anchura y por sus tacos, pero que lo hacen con una baja altura que le proporcionan un centro de gravedad muy equilibrado y que facilita su conducción en zonas agrestes.
En la parte mecánica la Volcon Grunt cuenta con un potente motor eléctrico de 37 kW (50 CV) y 102 Nm de par, que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 96 km/h. Una velocidad que logra alcanzar en apenas seis segundos. La batería es un pack extraíble a 60V que le proporcionan una autonomía de 160 kilómetros, necesitando dos horas para su recarga. Una capacidad la de poder extraer la batería que le proporcionan una gran flexibilidad.
Ahora este llamativo proyecto continúa su andadura entrando en la fase comercial que culminará esta próxima primavera con las primeras entregas. Una Grunt que ahora ya puede ser reservada, y que para celebrarlo sus creadores han publicado un vídeo donde podemos ver en acción a este modelo.
En este podemos ver a la moto en su hábitat natural, el campo, aunque por su aspecto también tendrá buena acogida por los urbanitas a la búsqueda de algo diferente. Y sin duda la Grunt lo es.
Un modelo que tendrá un precio de 5.995 dólares. Una cifra bastante competitiva para un modelo que comenzará sus ventas en su mercado natal, Estados Unidos. Aunque dadas sus características, con algunas modificaciones que le permitan circular por las carreteras, como la inclusión de intermitentes, no sería extraño que llegase a Europa.
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