Fisker abandona el desarrollo de sus baterías de electrolito sólido

Fisker abandona el desarrollo de sus baterías de electrolito sólido
Fisker Ocean

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Publicado: 01/03/2021 10:56

La marca estadounidense Fisker se encuentra actualmente centrada en el lanzamiento del Ocean, un SUV eléctrico de tamaño similar al Tesla Model Y que fabricará conjuntamente con el especialista Magna a partir de 2022; además, recientemente la compañía también anunció su alianza con Foxconn para producir un segundo modelo de corte asequible.

A pesar de que el Ocean será el primer modelo de producción de Fisker desde el malogrado Karma (cuyos derechos de producción a día de hoy pertenecen a la compañía Karma Automotive, que lo continúa vendiendo como Karma Revero), el cual llevó a Fisker a la quiebra en 2013, inicialmente estaba previsto que antes del todocamino la firma lanzara una berlina de lujo: el EMotion.

Presentado como prototipo en 2018, el Fisker EMotion iba a comercializarse con un pack de baterías con celdas LG Chem; sin embargo, finalmente la compañía tomó la decisión de atrasar su lanzamiento para dotarlo de unas baterías de electrolito sólido de desarrollo propio. Con todo, parece que finalmente Fisker ha desechado dicha idea.

El propio Henrik Fisker, fundador de la marca, ha confirmado en una reciente entrevista el abandono del proyecto. «Es el tipo de tecnología en la que, cuando sientes que está [terminada] al 90%, te das cuenta de que el último 10% es mucho más difícil que el primer 90%. Así que hemos abandonado por completo las baterías de electrolito sólido […]».

«Creo personalmente que faltan al menos siete años, si no más, para que [las baterías de electrolito sólido logren] un formato de gran volumen«. Fisker ya tuvo problemas en el pasado con esta tecnología, pues en 2020 se enfrentó a QuantumScape (startup especializada en el desarrollo de baterías de electrolito sólido que cuenta con el apoyo del Grupo Volkswagen), que la demandó por robo de secretos comerciales.

Aparentemente, QuantumScape descubrió que un antiguo empleado se había llevado miles de documentos a su nuevo trabajo en Fisker entre finales de 2018 y principios de 2019. Fisker, que finalmente pagó 750.000 dólares para cerrar el caso, afirma que nunca utilizó dicha información y que despidió rápidamente al investigador una vez se descubrió el robo de información confidencial.

Fuente | The Verge

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