No, Tesla no ha vendido coches defectuosos a bajo precio a los empleados de CATL

La marca CATL representa a uno de los mayores fabricantes de baterías del mundo con sede en China. Esta compañía es a su vez proveedor de celdas de batería de Tesla en el país asiático, donde los de Palo Alto fabrican el Model Y y Model 3.

Tras unos días de fuertes rumores un escándalo había salpicado a las dos empresas como consecuencia de la presunta venta de coches defectuosos que, con descuentos especiales, eran vendidos a los empleados de CATL.

Tesla ha vivido días turbulentos al situarse en el punto de mira de los medios y redes sociales chinas como consecuencia de este extendido rumor.

Situación insostenible

La política de Tesla se ha caracterizado por carecer de descuentos en sus productos, de hecho desde sus orígenes Elon Musk se ha caracterizado por no permitir ningún descuento ni a famosos, ni allegados, que tenían que pagar la tarifa completa por cada coche, al igual que el resto de clientes.

Esta característica de Tesla que apuesta únicamente por el modelo de venta directa sin concesionarios ni intermediarios, ha fomentado el rumor de la supuesta venta de unidades defectuosas con precios ‘especiales’.

Desde el medio chino de habla inglesa Global Times finalmente se ha confirmado la negativa oficial de CATL, compañía que niega rotundamente los hechos.

«El principal fabricante de baterías de vehículos eléctricos de China Contemporary Amperex Technology Co Ltd (CATL), también proveedor de baterías de Tesla China, negó los rumores que indicaban que han obligado a sus empleados a comprar vehículos Tesla defectuosos», con estas palabras relataba el Global Times este fin de semana la respuesta oficial de CATL.

CATL fue quien ofreció los descuentos

Desde China se confirma que los vehículos Tesla venidos a los empleados del fabricante de baterías fueron ofrecidos a estos por parte de CATL, dentro de un plan para fomentar la transición hacia la movilidad cero emisiones de sus trabajadores.

Este no es el ni el primer ni el último escándalo que tiene a Tesla como protagonista en China, donde la compañía vive una relación de amor odio, al tiempo que llegan informaciones contradictorias sobre el progreso de las ventas en el mercado asiático, como consecuencia de estas campañas negativas