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Noruega debería comenzar a imponer impuestos a los coches eléctricos de lujo

Noruega debería comenzar a gravar los coches eléctricos de alta gama, con el objetivo de reducir el impacto general que sus generosos incentivos tienen sobre las arcas públicas, según economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Si se implementase, Noruega podría recaudar por primera vez impuestos sobre coches eléctricos de fabricantes de automóviles de lujo como Porsche, Jaguar, Mercedes-Benz, Tesla o Audi.

Con el objetivo de convertirse en la primera nación en poner fin a la venta de automóviles de gasolina y diésel para 2025, Noruega, productora de petróleo, actualmente exime por completo a todos los vehículos 100% eléctricos de los impuestos que afectan a los modelos con motor a combustión.

Como resultado, el 54% de todos los coches nuevos vendidos en Noruega el año pasado fueron puramente eléctricos. Se trata de un récord mundial, frente al 42% de cuota en 2019 y apenas el 1% hace una década. Pero la política tiene un coste nada despreciable para el estado, estimado por la coalición gobernante de centro-derecha en 19.200 millones de coronas noruegas (2.320 millones de dólares) en ingresos estatales perdidos el año pasado. Esto equivaldría a unas 250.000 coronas en promedio (unos 25.000 euros) por cada coche eléctrico nuevo vendido en el país.

Cuanto más caro es un modelo, mayor es el impuesto de venta y otros gravámenes a los que el estado renuncia. La consecuencia de esta medida es el incentivo fiscal que se le otorga a las familias con rentas más altas. Al mismo tiempo, aumenta el coste por tonelada de CO2 no emitido, según el documento.

Noruega impone impuestos a vehículos eléctricos de lujo

«Noruega podría mejorar la aplicación de sus incentivos fiscales para aumentar su impacto ambiental,» concluyó el documento realizado por tres economistas del FMI. Uno de esos cambios específicos podría ser ofrecer subsidios para desechar los automóviles de gasolina y diésel cuando se reemplacen por vehículos eléctricos, y agregaron que Noruega también debería considerar aumentar los impuestos a los automóviles contaminantes que aún circulen.

Las propuestas podrían tener buena acogida dentro de la oposición de centro izquierda de Noruega, que podría ganar las elecciones nacionales previstas para septiembre. Si bien respaldan el objetivo de vender solo vehículos eléctricos para 2025, el Partido Laborista de Noruega y otros partidos de centro izquierda quieren comenzar a imponer impuestos sobre las ventas de cualquier coche que supere las 600.000 coronas, unos 59.500 euros al cambio.

A modo de comparativa, el modelo más «barato» de un Porsche eléctrico cuesta 758.000 coronas (75.120 euros), mientras que el modelo tope de gama parte de los 1.7 millones (168.470 euros) según la web del fabricante alemán en Noruega.

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Fuente | Reuters

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