El Renault Megane E-TECH Electric ha entrado en la recta final de su desarrollo: 30 unidades de preproducción comenzarán en breve sus pruebas en carretera abierta para que los técnicos de la firma del rombo puedan ajustar la configuración del coche, que se presentará en sociedad el próximo otoño y llegará a los concesionarios a principios de 2022.
Con motivo de este hito, Renault ha compartido una serie de imágenes del modelo todavía oculto por un ligero camuflaje que sin embargo nos permite observar elementos como los grupos ópticos. Mientras que los faros delanteros se integran en la bigotera y cuentan con unas luces diurnas en forma de Z, los finísimos pilotos cruzan el portón de lado a lado.
Al igual que ocurre con los Twingo, Clio y ZOE, los tiradores de las puertas traseras están ocultos en el pilar C, mientras que los de las delanteras están encastrados para mejorar la aerodinámica. A pesar de que no será especialmente alto (medirá alrededor de 1,50 metros, 7 centímetros menos que el Volkswagen ID.3, su mayor rival), contará con algunos detalles estéticos de inspiración SUV.
Así, nos encontraremos con protecciones plásticas tanto en los pasos de rueda como en las taloneras, mientras que la suspensión estará ligeramente sobreelevada. A pesar de todo, seguirá siendo un hatchback del segmento C, como demuestran sus dimensiones y sus proporciones. A grandes rasgos su diseño será prácticamente idéntico al del prototipo Megane eVision revelado en octubre del año pasado, cambiando pequeños detalles como el nuevo logo corporativo.
Renault ha querido aprovechar la ocasión para confirmar algunos datos técnicos del Megane E-TECH Electric, que contará con un motor eléctrico de 217 CV (160 kW). Su autonomía será de 450 km WLTP, por lo que según la marca será capaz de ir de París a Lyon en un tiempo equivalente al de un modelo térmico (estas ciudades francesas se encuentran a unos 465 km de distancia).
El pack de baterías del nuevo modelo tendrá una capacidad de unos 60 kWh, dispondrá de refrigeración líquida y montará celdas LG Chem de última generación (posiblemente NCM 811). Además, las baterías serán estructurales y ultra-finas (lo que explica la reducida altura del coche), pues apenas medirán 11 centímetros de alto.
Si nos centramos en la carga veremos que se convertirá en una de las alternativas más completas de su segmento, pues podrá llegar a un máximo de 22 kW de potencia en corriente alterna, así como a 130 kW en corriente continua. En el apartado del equipamiento habría que destacar el uso del sistema operativo Android Automotive OS, ya visto en los Polestar 2 y Volvo XC40 Recharge.
