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Prueba de aceleración: Rimac Nevera vs Porsche Taycan vs BMW M5

La lucha por ser el más rápido ha tomado una nueva dimensión con la llegada de los superdeportivos eléctricos. Una mala noticia para los purasangre gasolina que están viendo como en aceleración no hay nada como el par lineal y la potencia de un sistema eléctrico. Algo que ha comprobado en sus propias carnes el BMW M5, que se ha enfrentado el Porsche Taycan y el nuevo Rimac Nevera.

La carrera de aceleración ha enfrentado al BMW M5, con su motor V8 gasolina de  4.395cc, que alcanza una potencia máxima de 600CV a 6000rpm y par máximo de 750Nm a 1800-5600rpm. Un modelo alemán que según el configurador arranca en los 207.300 euros antes de añadir ningún extra.

Frente al M5 nos encontramos con el Porsche Taycan. Además es la versión más radical Turbo S que cuenta con un sistema de propulsión de 761 CV, y un precio que también empieza en unos «módicos» 190.254 euros según el configurador.

Frente a ellos un modelo realmente temible. Sus especificaciones son para tener muy en cuenta. El Rimac Nevera monta cuatro motores eléctricos (uno por rueda), los cuales le proporcionarán una potencia total de 1.914 CV y un par de 2.360 Nm. Esto le permite llegar a los 300 km/h en 9,3 segundos y cubrir el cuarto de milla en 8,6 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 412 km/h.

La carrera transcurre más o menos como esperábamos. El BMW M5 no tiene ninguna posibilidad y se queda desde el primer momento atrás respecto a los eléctricos. El Taycan logra resistir durante unos metros, pero entonces entra en acción todo el potencial del monumental sistema del Rimac, que le dispara hasta la meta.

Al final el cuarto de milla, o 400 metros, terminan con un tiempo de 8.7 segundos para el Nevera, segundo el Taycan con 10.2 segundos, mientras que el M5 ha sido último con 11.5 segundos.

Por supuesto podemos pensar que la comparación no es muy justa ya que el Nevera juega en otra liga. Su precio deja en pequeño el del M5 y el del Taycan. Dos millones de euros por llevarnos a casa una de las pocas unidades que se fabriquen.

Pero la principal conclusión es que Rimac tiene la receta para hacer grandes superdeportivos eléctricos. Y ahora con la asociación con Bugatti, añadirá la experiencia en producción del grupo Volkswagen, lo que debería traducirse en nuevos modelos con grandes rendimientos, pero seguramente una tirada mayor y unos precios más terrenales.

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