El nuevo Citroën C4 no es un compacto al uso: aunque se encuadra en el segmento C, emplea una plataforma del segmento B, la modular CMP de Stellantis. Además, su carrocería no se corresponde ni con la de un turismo ni con la de un SUV, sino que es más bien una suerte de crossover de línea fastback a caballo entre ambas configuraciones.
Con todo, en la firma francesa son conscientes de que en algunas regiones como Turquía o Magreb necesitan una berlina tradicional. Por ello, el año que viene la familia C4 se enriquecerá con la llegada de una variante sedán, la cual abandonará el formato crossover de su hermano en favor de una configuración más tradicional.
El nuevo modelo se llamará C4 L y se fabricará en la planta madrileña de Villaverde junto con la variante estándar. Dentro de la gama Citroën, este compacto de cuatro puertas se encargará de sustituir al actual C-Elysée, una pequeña berlina low-cost fabricada en la la factoría de Stellantis en Vigo junto con su hermano mellizo, el Peugeot 301.
Conocido internamente por el código C43, el Citroën C4 L ha formado parte de los planes de producción de Citroën desde el comienzo del desarrollo del C4 de tercera generación. Inicialmente estaba previsto que junto con las variantes crossover y sedán se lanzara un SUV (C44), el cual recibiría la denominación comercial C4 Aircross; sin embargo, su comercialización finalmente se ha descartado debido a que se solaparía con el futuro C3 Aircross, que crecerá hasta los 4,30 metros de largo.
El Citroën C4 L sustituirá al C-Elysée
Si bien se espera que el C4 L se venda en Europa, su principal mercado será el chino. De acuerdo con las informaciones de origen interno que maneja la prensa francesa, el sedán dispondrá, al igual que el crossover, de una variante 100% eléctrica. Todavía no está claro si este modelo, que en un principio se denominará ë-C4 L, llegará al viejo continente o si por el contrario estará orientado exclusivamente al mercado chino.
Aunque es muy probable que Citroën prefiera centrar las ventas europeas del ë-C4 en torno a la variante crossover, no deberíamos descartar su hipotético desembarco a nuestro mercado, donde su naturaleza de berlina eléctrica relativamente asequible lo convertiría en una opción ideal para profesionales del transporte (taxis, VTC, etc).
Fuente | L’Argus
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