Hace unos meses, la empresa alemana ACM (Adaptive City Mobility) presentó su primer modelo, el City One. Ubicado en el segmento A, este urbanita eléctrico de 3,60 metros de largo cuenta con un motor eléctrico de apenas 34 CV (25 kW) que sin embargo le permite alcanzar una velocidad punta de 110 km/h. Las baterías por su parte tienen una capacidad de 24 kWh.
Una de las peculiaridades de este vehículo es que parte de su pack es intercambiable, pues dispone de cuatro «maletines» extraíbles con una capacidad de 2,5 kWh cada uno ubicados bajo el maletero. Estos módulos pueden intercambiarse por otros completamente cargados en menos de tres minutos, reduciendo con ello los tiempos de «repostaje» (cargar el vehículo en una toma convencional lleva cinco horas, que llegan a ocho en una toma doméstica).
Por otro lado, ACM también planea ofrecer una baca para el techo opcional que le permitirá incrementar la autonomía de 240 a 360 km. El City One está homologado para cinco plazas, mientras que el maletero tiene una capacidad máxima de 400 litros (plegando la segunda fila de asientos el volumen útil se incrementa a 1.450 litros, pudiendo cargar hasta un máximo de 380 kg).
Aunque el ACM City One ha sido diseñado principalmente para flotas de carsharing, también se venderá a clientes particulares a un precio que oscilará entre los 10.000 y los 15.000 euros. En un principio, la producción en serie comenzará a lo largo del año 2023, si bien habrá que esperar hasta 2024 para que alcance un volumen destacado.
El ACM City One acumula unos 300.000 pedidos anticipados
Paul Leibold, director ejecutivo de ACM y antiguo Mobility Manager de BMW y MINI, afirma que el City One ha sido diseñado para hacer la movilidad eléctrica asequible para todo el mundo. «Si no todo el mundo puede pagar un coche, entonces tienes que darles a las personas al menos un fácil acceso a un vehículo», ha explicado en una reciente entrevista.
Según el ejecutivo, hasta el momento ha recibido 300.000 pedidos anticipados del City One, de cuya fabricación se encargará el especialista Magna. Aparentemente, también hay planes para producirlo en África y Asia. Sin embargo, para poder llevar a cabo estos planes será necesaria una inversión millonaria «de tres dígitos».
Fuente | Ecomento
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