Los bidones de gasolina han salvado a más de un conductor en la carretera cuando su vehículo se ha quedado sin carburante en medio de un viaje. La movilidad eléctrica y los avances en baterías han revivido este concepto, de la mano de unos ‘depósitos’ portátiles de energía eléctrica que no sólo sirven para el coche eléctrico.
Pese al crecimiento continuo de las autonomías de los coches eléctricos y de la expansión de la red de carga, en unos países más que en otros, hay quien sigue sopesando la alternativa por el famoso ‘síndrome’ de la ansiedad por la autonomía.
Ahora, gracias a la evolución de los sistemas de almacenamiento de baterías domésticos, esta solución puede ser válida para sacar de un apuro a un coche eléctrico y hasta una vivienda en casos de apagón.
Para aquellos que están demasiado preocupados por la perspectiva de terminar varados al lado de la carretera en su vehículo eléctrico, un equivalente a un bidón de gasolina para vehículos eléctricos sería de gran utilidad en el maletero para garantizarse una mayor tranquilidad.
Resulta que algo así existe y una empresa llamada EcoFlow posee una línea de baterías de uso doméstico que se pueden llevar en el maletero de cualquier coche eléctrico.
Esta solución actúa como una pequeña central eléctrica portátil que puede cargar en casa y mantenerla en el maletero del automóvil eléctrico, para solucionar una emergencia ante un cargador fuera de uso, o bien servir como fuente de alimentación para una excursión u otros usos.
Con el fin de demostrar de lo que son capaces estos nuevos sistemas de almacenamiento Ben Sullins, conocido personaje de gran influencia en las redes y YouTube, ha puesto a la prueba el EcoFlow Delta Pro, que tienen un precio superior al de un bidón de gasolina, puesto que llega a los 3.172 euros, al cambio.
Con una unidad cargada por completo y una capacidad de 3,6 kWh, situó el EcoFlow en el maletero de su Tesla Model S y probo si esta batería portátil podría recargar la batería de su automóvil de forma significativa.
Para hacer la prueba el protagonista del vídeo condujo hasta agotar por completo la batería de su sedan premium. A partir de ese momento, su única salvación era la batería de respaldo que portaba en el maletero del coche eléctrico.
Sin poder avanzar con su Tesla, fue el momento en el que Sullins conectó la batería al puerto de carga del automóvil. Por otros 44 euros se pueden comprar un set de cables para conectar directamente al vehículo la batería portátil.
Tras 15 minutos de carga, la mini-central eléctrica portátil había suministrado a la berlina eléctrica suficiente energía para que pudiera llegar a su cercano destino.
Más allá de la curiosidad de recargar un coche eléctrico con este tipo de baterías portátiles, que viven un momento importante en el mercado, lo interesante de esta solución es la versatilidad y capacidad de convertir en cero emisiones el uso de generadores portátiles de energía.