Durante años, el tridente alemán (Audi, BMW, Mercedes-Benz) ha dominado con puño de hierro el sector premium a pesar de los intentos de franceses (DS), estadounidenses (Cadillac, Lincoln), ingleses (Jaguar), italianos (Alfa Romeo, Lancia) y japoneses (Infiniti, Lexus) de hacerse con un trozo de este suculento (y rentable) pastel.
Aunque en los últimos tiempos Tesla ha acaparado numerosos titulares al ser capaz de superar a las tres marcas alemanas en ciertos segmentos, la compañía que realmente ha terminado con la hegemonía de Audi, BMW y Mercedes-Benz ha sido la sueca Volvo, que de forma discreta y sin alardes ha destronado a sus rivales en algunas categorías clave.
Esto se debe al enorme éxito que está cosechando la gama SUV del fabricante escandinavo, formada por los XC40 (segmento C-SUV), XC60 (segmento D-SUV) y XC90 (segmento E-SUV). De hecho, durante el primer semestre de 2021, tanto el XC40 como el XC60 fueron los modelos más vendidos de sus respectivas categorías en Europa.
Así, el XC40 superó a los Audi Q3, BMW X1 y Mercedes-Benz GLA, mientras que el XC60 se situó por delante de los Audi Q5, BMW X3 y Mercedes-Benz GLC. Tampoco habría que perder de vista el buen rendimiento del XC90, pues a pesar de su veteranía (data de 2015) logró mantenerse en cuarto lugar, por detrás de los Audi e-tron, BMW X5 y Mercedes-Benz GLE, pero por delante de los Audi Q7, Porsche Cayenne, Range Rover Sport, etc.
Los SUV suponen el 75% de las ventas de Volvo
Curiosamente, este fenómeno no se replica en sus sedanes (S60, S90) y station wagons (V60, V90); de hecho, actualmente los SUV representan el 75% de las ventas de Volvo. Durante los tres primeros trimestres de 2021, el XC60 vendió a nivel global más unidades (162.600) que los S60, V60, S90 y V90 combinados.
A pesar de ello, la firma seguirá apostando por este tipo de carrocerías. No podemos perder de vista que Volvo se encuentra en pleno proceso de transición a la movilidad eléctrica, una transformación que culminará en 2030 con el abandono total de los motores de combustión interna. Dado que las berlinas son más aerodinámicas y eficientes que los SUV, su discontinuación en plena era eléctrica no tendría ningún sentido.
«Sí, las líneas [S y V] serán reemplazadas por algo aún más atractivo para los consumidores. Necesitamos coches más bajos con un tamaño de carrocería más convencional, pero quizás un poco menos cuadrados [que antes]. Estos automóviles bajos se sumarán a nuestros SUV. Manténganse al tanto», ha confirmado Håkan Samuelsson, director ejecutivo de Volvo.
«Los automóviles serán menos cuadrados en el futuro, pues necesitemos tener una menor resistencia al aire. Podrías llamarlo estilo coupé. Hablamos mucho sobre la autonomía de los coches eléctricos, pero creo que empezaremos a analizar la eficiencia energética y, por supuesto, la resistencia aerodinámica será fundamental para ello».
A pesar de todo, Volvo también aspira a mejorar la aerodinámica de sus SUV. El primer modelo en hacer gala de esta nueva filosofía será el sustituto eléctrico del XC90, un crossover que se presentará este mismo año y que se caracterizará por tener una carrocería a caballo entre la de un familiar (V90) y un SUV al uso (XC90).
Fuente | Autocar