Hace unos días, nos hacíamos eco de la noticia de que, tras asegurar el futuro de sus plantas de Colonia (Alemania), Craiova (Rumanía) y Kocaeli (Turquía), Ford tendrá que asignar sus dos últimos modelos eléctricos a una de sus dos factorías restantes en Europa: Almussafes (España) o Saarlouis (Alemania). La perdedora posiblemente esté abocada al fin de sus operaciones.
Ford, que pasará a ser una marca 100% eléctrica en el viejo continente a partir de 2030, está reestructurando su negocio, algo que supondrá entre otras cosas un recorte de 12.000 empleos en su división europea. En un principio, la central no anunciará su decisión sobre Almussafes y Saarlouis hasta dentro de cinco meses.
UGT, el sindicato mayoritario de Almussafes, llegó hace unos días a un acuerdo in extremis con Ford Europa para presentar un plan de ajuste a Detroit, lo que le ha valido las críticas del resto de agrupaciones sindicales. Dicho acuerdo contempla una congelación salarial de cinco años (siempre y cuando se recupere la senda del IPC más tarde) y diversas medidas de flexibilidad (que solo entrarían en vigor a partir de 2025 si se adjudicaran los nuevos eléctricos).
Según la prensa alemana, Almussafes sería la favorita para ganar la adjudicación; no en vano, los costes laborales en España son muy inferiores. Además, la planta valenciana es más capaz, tiene una mayor flexibilidad (fabrica cinco modelos, los Kuga, Mondeo, S-Max, Galaxy y Connect, mientras que Saarlouis solo produce el Focus), ha recibido más inversiones en los últimos años, y tiene una mayor experiencia en la producción de vehículos electrificados.
Las fábricas de Ford en Colonia y Saarlouis han hecho frente común
Sin embargo, existe cierto temor debido a la posible rebaja salarial que podría ofrecer Saarlouis para compensar su menor competitividad; además, los trabajadores de Ford en Colonia han decidido hacer frente común con sus compañeros para presionar a Ford Europa, cuya sede se encuentra precisamente en Alemania.
Otro punto a favor de Saarlouis es la futura gigafábrica de baterías que construirá SVOLT en la región, algo que podría simplificar la logística y reducir los costes de producción de sus futuros coches eléctricos. A pesar de todo, la alianza de Ford con el Grupo Volkswagen podría inclinar la balanza a favor de Almussafes.
Los rumores indican que los dos modelos eléctricos a asignar se asentarían sobre la plataforma modular MEB de Volkswagen. Dado que la compañía alemana planea levantar una gigafábrica de baterías en España y producir en Landaben (Navarra) y Martorell (Barcelona) sus próximos coches eléctricos del segmento B, tanto Ford como Volkswagen podrían compartir proveedores y reducir costes si finalmente Almussafes fuera la factoría elegida.
Fuente | Las Provincias
