Hace unas semanas, la prensa especializada se hizo eco de la noticia de que Porsche, una de las marcas más emblemáticas del Grupo Volkswagen, había decidido pagar una elevada suma a su matriz para hacerse con el control del proyecto que dará lugar a su futuro buque insignia eléctrico, el cual estaba en manos de Artemis, la división de desarrollos avanzados de Audi.
El conocido como Proyecto Landjet iba a dar lugar a tres modelos vendidos bajo las marcas Audi, Bentley y Porsche; sin embargo, los dirigentes de esta última querían evitar a toda costa que su nuevo tope de gama se produjera en las instalaciones de Volkswagen Commercial Vehicles en Hannover, donde se fabricarán sus hermanos.
Aparentemente, la principal preocupación de Porsche radicaba en que la calidad final del producto podría no estar a la altura de sus elevadísimos estándares. Por ello, la firma de Stuttgart ha tomado la decisión de pagar una elevada cantidad para compensar a Hannover por la pérdida del vehículo, el cual finalmente se fabricará en Leipzig.
El otro motivo esgrimido por la marca para justificar la toma de control del proyecto es la filosofía que le quiere imprimir a su modelo: mientras que las propuestas de Audi y Bentley se centrarán en la automatización, Porsche quiere orientar su producto a la conducción deportiva, siguiendo la estela del resto de sus vehículos.
El Porsche «Landjet» se lanzará en 2025
Con todo, lo cierto es que las entrañas de los tres coches serán prácticamente idénticas: se asentarán sobre la plataforma modular PPE, la cual se estrenará a corto plazo con el nuevo Macan eléctrico, mientras que el software de control será un desarrollo común. Sin embargo, cada modelo tendrá su propia personalidad.
El Porsche «Landjet» tendrá una carrocería de corte crossover y se situará un peldaño por encima del Cayenne y a la altura del Panamera, dos modelos que en un principio también se electrificarán a corto plazo. Dado que se ubicará en el segmento F (automóviles de representación), tendrá que competir contra rivales como el Mercedes-Benz EQS SUV.
Estrenará una nueva generación de motores eléctricos con bobinas de aluminio, los cuales serán más eficientes y tendrán un diseño más compacto que los actuales. Por otro lado, algunos rumores indican que su sistema eléctrico podría ser de 1.000 voltios, algo que debería permitirle obtener unos tiempos de carga muy reducidos.
Fuente | Motor.es
