Fruto de la colaboración de Seres y Sokon, la marca Aito pretende hacerse un hueco en el mercado chino. Su nombre viene de «Auto» y la «i» de «inteligente» a la que nos ha acostumbrado el marketing hace tiempo. El Aito M5 es un sucedáneo chino del Porsche Macan sin el beneplácito de Stuttgart, un SUV eléctrico con motor gasolina de apoyo, versiones 4×2 o 4×4, y con tecnología hasta las cejas.
Al igual que le pasó al Range Rover Evoque con el Landwind X7 de Jiangling, es un acto de competencia desleal de libro, el Aito M5 cuesta menos de la mitad del Macan «equivalente», entre que es fabricación china, que los componentes no son los mismos, y que las diferencias de ingeniería son abismales. El que espere obtener lo mismo que vende Porsche por esos precios -desde 35.900 euros al cambio- debe hacérselo mirar por un profesional.
Se basa en la plataforma de Seres para coches eléctricos de autonomía extendida, no confundir con un híbrido enchufable. Mide 4.700 mm de largo, 1.930 mm de ancho y 1.625 mm de largo, con 2.880 mm de distancia entre ejes. Por comparar, el Macan mide 4.726 mm de largo, 1.922 mm de ancho y 1.621 mm de largo, con 2.807 mm de distancia entre ejes. Prácticamente lo clavan.
Por dentro, el Aito M5 ofrecer un interior aparentemente sofisticado y lujoso, con posibilidad de asientos de cuero Nappa, una gran pantalla central táctil de 15,6″ con multitud de funciones y Harmony OS de Huawei, iluminación LED de ambiente. Por otro lado, se atisba cierto minimalismo que viene a ser lo habitual en estos coches de nuevo cuño que no arrastran condicionantes de modelos anteriores, hasta se ahorran un radio del volante.
Al menos en este capítulo parece preferible al Macan, pues el SUV alemán ya empieza a acusar cierta veteranía por ejemplo en el tablero de instrumentos, donde aún hay agujas y pantallas monocromáticas para el cuentakilómetros. El Aito M5 tiene una pantalla de 10,4″ multifunción para ese propósito. También destaca la posibilidad de inflarlo de altavoces Huawei, sonido 7.1 con hasta 19 unidades y 1.000 vatios de potencia.
Cuando se usa como coche eléctrico puede recorrer hasta 150 km independientemente de la versión, lo cual es muy curioso teniendo en cuenta diferencias de peso de hasta 115 kg. Pasado ese kilometraje el motor de gasolina permite mantener la carga existente (modo híbrido) o forzar la recarga a un coste elevado pese a la elevada eficiencia teórica del motor térmico.
El extensor de autonomía es un motor de gasolina de ciclo Miller de 1,5 litros, cuatro cilindros y turbo, con una relación de compresión salvaje (15:1) y una eficiencia térmica declarada del 41%, la potencia no la conocemos. En teoría, puede recorrer 1.100-1.195 kilómetros del tirón con 40 kWh de baterías y 56 litros de gasolina, solo a batería unos 150 km. En el mejor caso, de 0 a 50 km/h necesita 1,9 segundos, y de 0 a 100 km/h solo 4,4 segundos. Apunta a ser morrón, el motor gasolina está colgado por delante del eje delantero.
Tanto el eje trasero (4×2) como ambos ejes (4×4) están accionados exclusivamente por motores eléctricos, siendo el delantero asíncrono y el trasero síncrono de imanes permanentes. El modelo básico tiene 200 kW/272 CV, el intermedio 165 kW/224 CV + 150 kW/204 CV, y el buque insignia 165 kW/224 CV + 200 kW/272 CV. En otras palabras, el básico pretende competir con el Porsche Macan 2.0, y a partir de ahí ya es cosa de la imaginación de cada uno.
Los precios simplemente son inalcanzables para Porsche, aunque los Macan entrasen por la frontera con un 0% de impuestos. Así, el Aito M5 básico cuesta 35.900 euros al cambio con propulsión trasera, el intermedio con tracción total sale a 40.210 euros al cambio, y el «buque insignia» queda a tiro por casi 46.000.
Difícilmente lo veremos en Europa, a nada que los abogados de Porsche AG sean mínimamente competentes. Para el mercado chino ya está a la venta.
