Opel ha confirmado en un comunicado oficial que las próximas generaciones de los Crossland e Insignia serán exclusivamente eléctricas. Recordemos que la firma alemana tiene como objetivo pasar a vender exclusivamente modelos de este tipo a partir de 2028, adelantándose dos años a los planes de electrificación para Europa de su matriz, el grupo Stellantis.
El Manta, uno de los clásicos más recordados de la compañía, también regresará transformado en un vehículo eléctrico, si bien abandonará su carrocería coupé para apostar por un formato crossover más acorde con los tiempos que corren. Este modelo de corte deportivo se situará un peldaño por encima del Grandland, compitiendo contra propuestas como el Ford Mustang Mach-E o el Volkswagen ID.5.
«Opel está en un camino constante hacia la electrificación, y en un tiempo récord. Estamos logrando una importante contribución a la reducción de emisiones de dióxido de carbono. Y no nos detendremos con la conversión de nuestra gama de productos: junto con nuestros socios, fabricaremos nuestras propias baterías de alto rendimiento en Kaiserslautern a partir de 2025. Además, se está construyendo un nuevo campus en nuestra sede de Rüsselsheim», explica Uwe Hochgeschurtz, director ejecutivo de Opel.
El objetivo de Opel es comercializar vehículos capaces de cumplir con las demandas de sus clientes: «autonomías de entre 500 y 800 km y una capacidad de carga rápida de 32 km por minuto, la mejor de su clase». Esto será posible gracias al empleo de las plataformas modulares comunes del grupo Stellantis (STLA Small, STLA Medium, STLA Large).
Stellantis quiere potenciar el carácter alemán de Opel
El nuevo Crossland se producirá en la planta eslovaca de Trnava, donde compartirá línea de producción con los Citroën C3 y C3 Aircross de nueva generación. Aunque lo más probable es que haga uso de la plataforma eCMP de segunda generación, que hará su debut el año que viene con el nuevo SUV de acceso de Jeep, no deberíamos descartar el empleo de la plataforma CMP Entry, una versión simplificada y abaratada destinada a modelos low-cost como el Citroën ë-C3.
El Insignia por el momento se mantiene como el único Opel con tecnología de origen General Motors todavía a la venta; sin embargo, dado que se lanzó en 2017, lo más probable es que su sustituto no vea la luz hasta 2024. Por el momento no está claro si se asentará sobre la plataforma STLA Medium (hasta 700 km WLTP) o la STLA Large (hasta 800 km WLTP).
