Tras publicar la convocatoria del primer PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) del Vehículo Eléctrico y Conectado en el BOE hace dos semanas, el Gobierno de España ha anunciado un nuevo PERTE, esta vez centrado en la industria de semiconductores y microchips.
A raíz de la actual crisis mundial en el suministro de estos componentes, la cual ha evidenciado la fuerte dependencia de la Unión Europea de otras regiones como China, las autoridades del viejo continente han comenzado a mover ficha para impulsar una industria de microchips autóctona. El nuevo PERTE se encuadra dentro de dichos esfuerzos.
Este proyecto conllevará una inversión pública de 11.000 millones de euros y, de acuerdo con el presidente Sánchez, permitirá que el país esté «a la vanguardia del progreso industrial y tecnológico». En sus propias palabras, «los semiconductores son un elemento básico de todos los sectores», por lo que España no debe perder el tren respecto al resto de Europa.
Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, confirmó recientemente el enorme interés del Gobierno por impulsar esta industria. «Estamos desarrollando proyectos en este ámbito, en el Ipcei de microelectrónica, vamos a acelerar estas inversiones y esperamos que pronto podamos tener también un gran anuncio para España».
¿Qué es un PERTE?
Los PERTE son una pieza fundamental del Plan de Recuperación, pues permiten impulsar la transformación económica del país mediante la cooperación de las administraciones públicas, centros de investigación y empresas. A día de hoy hay nueve PERTE aprobados: vehículo eléctrico, salud de vanguardia, energías renovables, agroalimentario, nueva economía de la lengua, economía circular, industria naval, aeroespacial y ciclo del agua.
A ellos habría que añadir, además del de semiconductores y microchips, el de economía social de los cuidados. Actualmente, España es el país líder en la ejecución de sus planes de recuperación, motivo por el que ya ha recibido 19.037 millones de euros de la Comisión Europea. «Recibir los fondos es el primero de los desafíos, pero el reto importante es ejecutarlos con rapidez, de manera eficiente».
