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La industria del automóvil en Europa tiene que abandonar las energías fósiles más rápido por la invasión de Ucrania

Los fabricantes informan cada año sobre sus cifras de sostenibilidad, cifras que no solemos mirar a fondo porque son decenas de páginas (incluso los medios especializados). Indagando en esas cifras, se desmonta la fantasía de que los fabricantes solo consumen energías renovables y van camino de ser autosuficientes en sus fábricas. Los datos dicen otra cosa.

El último informe del Proyecto de Divulgación de Carbono (2021) está basado en los datos de sostenibilidad publicados del ejercicio 2020. Gracias a esos datos conocemos que Volkswagen necesitó un 80% de energías fósiles, o que BMW precisó el 60% de su consumo. Lo cierto es que más de la mitad de la energía consumida en las fábricas viene de energías fósiles.

Y aunque los fabricantes estaban firmando contratos de suministro de energías renovables, el origen real de la electricidad puede seguir siendo fósil. La misma ficción se aplica a los particulares, podemos comprar energía solo de placas solares, pero tener una central de gas al lado, y que esa sea realmente la que nos da la electricidad. Distribuidoras y comercializadoras están separadas, tenedlo en cuenta.

La Gigafábrica de Tesla en Alemania no cuenta, en 2020 no existía

Para aliviar la factura de las emisiones corporativas, además de «comprar energía verde», se compensan las emisiones mediante iniciativas de captura de carbono, colaborando en la plantación de bosques, etc. ¿Y qué pasa con la producción de placas solares y molinos eólicos en las propias instalaciones? Pues son el chocolate del loro.

Los datos del informe señalan que apenas el 1% del consumo energético de Volkswagen se cubrió de esta forma, y tanto Mercedes-Benz como BMW cubrieron todavía menos. Ninguna fábrica automovilística es energéticamente autosuficiente, y el recorrido pendiente es todavía enorme. Es más, ninguna fábrica automovilística se alimenta exclusivamente con energía limpia. La primera será la de BMW en Debrecen (Hungría) a partir de 2025, entre su producción in situ y que regionalmente la electricidad es renovable.

Mercedes-Benz logró cubrir en Sindelfingen el 30% de sus necesidades energéticas solo con paneles solares, y fue la mejor en ese sentido

El conflicto rusoucraniano o invasión de Ucrania tiene como consecuencia una desconexión precipitada del gigante ruso como suministrador de gas, petróleo y carbón por razones políticas. Baste mencionar que la infraestructura de transporte de gas Nord Stream 2 (de Rusia a Alemania) al final ha sido un desperdicio de dinero, porque ni se ha usado ni se va a usar.

Fábrica de Porsche en Leipzig (Alemania)

Por lo tanto, los fabricantes necesitan una reducción real de su consumo de energía eléctrica fósil, pero aún es más perentorio desenchufarse del gas natural, que lo sirva quien lo sirva, puede ser natural pero sigue siendo fósil. Una cosa es la electricidad, otra la energía, calentar las fábricas requiere quemar gas, y algunas instalaciones tienen que estar caldeadas no solo para que los trabajadores estén cómodos, como el taller de pintura.

A corto plazo no hay ninguna solución mágica para parar el consumo de gas ruso, se puede diversificar su origen o reducir el consumo, pero a medio y largo plazo hará falta otra cosa. De ahí, por ejemplo, la necesidad de cambiar el gas fósil por hidrógeno verde, donde no intervienen energías fósiles, pero sí renovables para poder separarlo de cualquier otro elemento. El hidrógeno es como un borracho en un festival, no puede estar sin abrazar a otros elementos y unirse a ellos; el hidrógeno en la Tierra nunca está libre, siempre unido a otro elemento -normalmente agua-.

Pero el calor en las fábricas también se puede conseguir de otras formas, como con geotérmica, biomasa o termosolar, aunque es un alivio parcial. El quid de la cuestión es ser auténticamente verdes, ya no solo para cumplir los Acuerdos de París o con Bruselas, ante la amenaza inminente de que Rusia cierre el grifo hay que acelerar las cosas, aunque solo sea para amortiguar la inflación de costes. Y si estamos así en Europa, imaginad de dónde sacan la electricidad las fábricas en China…

Vía | Automotive News

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