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Cuidado donde recargas tu coche eléctrico. Un conductor paga 41 euros por la carga y 120 euros de multa de aparcamiento

La expansión de las redes de recarga para coches eléctricos es una excelente noticia que permite que los usuarios lo tengan cada vez más fácil donde cargar. Pero este escenario también abre nuevas cuestiones a tener en cuenta como el coste de la recarga, y las normas del estacionamiento. Algo que algunos conductores están descubriendo por las malas.

El otro día conocíamos el caso de un conductor británico que había llevado su coche a cargar a un supermercado de la cadena alemana Lidl. La sorpresa ha sido cuando después de unos días ha recibido una multa de la empresa encargada del estacionamiento donde está situada la estación por superar los 90 minutos de máximo.

Ahora otro sorprendido propietario de un coche eléctrico también en Reino Unido ha visto como su sesión de carga en un punto de la cadena McDonalds ha sido una de las más caras de su vida.

La historia comienza cuando este cliente estaba realizando un recorrido, y ha visto que la autonomía de su coche eléctrico no era suficiente. Buscó en las aplicaciones de localización de puntos de recarga y encontró en las cercanías una estación de carga rápida en el famoso restaurante de comida rápida americana.

Las tarifas según indica el propietario, eran bastante elevadas, pero decidió que merecía la pena para llegar con seguridad a su destino. Una sesión que se ha saldado con un coste de 35 libras esterlinas, o unos 41 euros al cambio.

Pero la gran sorpresa llegó unos días después cuando recibió en su casa una multa de la empresa encargada del estacionamiento, donde le indicaban que debía pagar 100 libras, 118 euros al cambio, por haber superado el tiempo máximo de aparcamiento.

El principal problema es que ni la empresa operadora del punto de carga, ni la cadena de restaurantes, han podido ayudar al cliente ya que la gestión del parking corría a cargo de una tercera empresa. Unas compañías habitualmente muy pequeñas y muchas veces sin página web si forma de contactar accesible, lo que ha supuesto que finalmente este sorprendido conductor tendrá que afrontar una factura que entre multa, y recarga, se irá a los 161 euros.

La conclusión es que si vamos a hacer una carga en un emplazamiento dotado de un parking privado, nos aseguremos antes de los costes y condiciones del establecimiento para evitar desagradables sorpresas como las que están descubriendo muchos conductores británicos.

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