El actual Renault ZOE es uno de los coches eléctricos más vendidos del mercado europeo. Sin embargo, su vida comercial se va acercando inexorablemente a su fin; no en vano, es un modelo cuyo diseño data del ya lejano 2012. En 2024, tras nada más y nada menos que catorce años a la venta, el utilitario francés dirá adiós.
Renault está preparando dos nuevos modelos para sustituir al ZOE en el segmento B, uno de los más importantes del viejo continente: sendos remakes de los R5 (hatchback) y 4L (SUV), los dos clásicos más recordados de la firma del rombo. En un principio, ambos verán la luz en 2024, llegando primero al mercado el R5.
El año pasado, la compañía presentó por todo lo alto el Renault 5 Prototype, un concept car que adelantaba fielmente las líneas de su nuevo coche eléctrico asequible. Luca de Meo, director ejecutivo del Grupo Renault, ha confirmado durante un encuentro con periodistas que la versión conceptual del nuevo 4L se presentará por su parte en octubre.
De Meo también ha concretado algunos datos del proyecto, conocido por la prensa como «Renault 4EVer». Para empezar, el 4L se situará un peldaño por encima del R5, que se convertirá en el nuevo eléctrico de acceso de la marca (tendrá un tamaño similar al del ZOE pero unas tarifas parecidas a las del Twingo E-TECH Electric, que también desaparecerá en 2024).
El Renault 4L será más caro que el R5
El 4L será un pequeño SUV que hará hincapié en la practicidad y apostará con decisión por un enfoque «outdoor». Es de esperar que sea más pequeño que el Captur (4,23 metros), pero más grande que el R5 (3,92 metros); además, probablemente su llegada suponga la desaparición de la versión EV40 (40 kWh, 300 km WLTP) del Megane E-TECH Electric.
En su momento se confirmó que el R5 estaría disponible con dos trenes motrices; sin embargo, posiblemente el 4L se ofrezca exclusivamente con el más capaz. Por lo tanto, podría prescindir del conjunto formado por un motor de 109 CV (80 kW) y una batería de 42 kWh del R5 básico, ciñéndose a la opción de 136 CV (100 kW) y 52 kWh.
Tanto el R5 como el 4L se asentarán sobre la plataforma modular CMF-BEV, derivada de la CMF-B de los Clio y Captur. Sus celdas NCM (níquel, cobalto, manganeso) serán de origen Envision AESC, y dispondrán de carga rápida en corriente continua a 130 kW de potencia. El principal rival del Renault 4L será el Volkswagen ID.2, de tamaño similar, pero con un precio de partida algo más bajo y baterías LFP (litio-ferrofosfato).
Fuente | Caradisiac
