La movilidad en las ciudades ha cambiado bastante en las últimas décadas. De unas calles repletas de coches hemos pasado a unas zonas donde el peatón ha recuperado su terreno, los medios de transporte público ganado clientes, y las formas de movilidad alternativa se han hecho populares. Un ecosistema donde los microcoches eléctricos quieren hacerse su espacio con una propuesta a medio camino entre el coche tradicional, la moto y los sistemas de transporte público. Es el caso del Estrima Biro. Un clásico actualizado que vuelve a estar a la venta.
Y es que 10 años antes de la llegada del Citroën AMI, el Estrima Biro ya circulaba por las carreteras europeas. Un modelo fabricado en Italia que ha logrado sobrevivir a una década muy convulsa para la movilidad y que ha visto como la pandemia disparaba sus ventas por la búsqueda de una movilidad personal, pero sostenible.
El Biro es un pequeño cuadriciclo eléctrico de 1.740 mm de largo, 1,560 mm de ancho y 1,030 mm de alto. Esto lo hace más ancho que el Renault Twizy y el Ami (respectivamente 1,19 metros y 1,39 metros de ancho) pero 67 centímetros más corto que el Ami, que llega a los 2,41 metros de largo, y que un Twizy que se queda en los 2,32 metros de largo.
Esto quiere decir que podremos aparcar de forma frontal como en las primeras generaciones del smart Fortwo, y que incluso podremos alojar hasta cuatro unidades del Biro en una plaza de aparcamiento convencional.
Para los que necesiten algo de carga existe una versión alargada que añade un pequeño maletero, y que amplía el minicoche hasta los 1.83 metros de largo.
No necesita carné de conducir, y puede ser llevado desde los 14 años con el permiso en su versión de acceso. Un modelo que resulta extremadamente muy práctico y divertido, sobre todo en entornos urbanos y recintos cerrados.
La tracción corre a cargo de dos motores-rueda a 48V sin escobillas ubicados en el eje posterior y que rinden una potencia nominal 3.3 kW, y que le permiten alcanzar sin problemas la velocidad máxima limitada de 45 km/h en su versión homologada como 50cc, o 60 km/h en la equivalente a 125cc.
En cuanto a su autonomía puede recorrer unos 55 kilómetros en su versión con un pack que además podremos extraer para cargar fuera del vehículo. En la versión de dos packs, que en este caso no se podrán retirar, la autonomía llega a los 100 km. En ambos casos las antiguas baterías de plomo han sido sustituidas por unas modernas de litio.
Este interesante concepto de vehículo resulta perfecto para moverse por grandes recintos y es extremadamente fácil de maniobrar debido a sus reducidísimas dimensiones gracias a un peso realmente reducido, 370 kilos contando con su batería.
Una propuesta que el cliente podrá personalizar, con elementos como las puertas opcionales, el color, la tapicería…etc, y que está disponible con unos precios que arrancan en los 9.990 euros. Un coste algo más elevado que el Citroen AMI, en un modelo diferente que destaca por su batería extraible, y sobre todo su reducido tamaño que nos permitirá aparcarlo en lugares imposibles.
