La recarga gratuita que ofrecen algunos establecimientos, como supermercados o grandes superficies, es una herramienta muy potente para atraer clientes y popularizar el coche eléctrico. Sobre todo en estos tiempos de costes elevados. Pero cadenas como la alemana Lidl ha confirmado que comenzará a cobrar por el uso de sus estaciones. Y curiosamente, esto es una buena noticia.
La cadena ha confirmado que a partir del 12 de septiembre pondrá en marcha una tarifa que supondrá que en la recarga en alterna de hasta 43 kW el coste será de 0,29 euros cada kWh. Por su parte en los puntos de corriente continua de hasta 149 kW el coste será de 0.48 euros el kWh, mientras que en los ultrarrápidos de más de 150 kW el coste será de 0.65 euros el kWh.
Sin duda es mejor gratis que estos precios. Pero la razón que explica la cadena de supermercados es que esto ayudará a expandir la red de recarga y mejorar su funcionamiento. Y es que el incremento del número de coches eléctricos que usan sus servicios se ha multiplicado en los últimos meses.
Por ejemplo, la cadena Lidl, que junto con la red de supermercados Kaufland operan entre ambas una red de 1.300 puntos de recarga en Alemania, ha indicado que en 2020 tenían una media de cuatro coches eléctricos diarios por estación en el caso de Lidl, y nueve en el de Kaufland. En 2021, este número se ha duplicado en ambos casos. En los días de mayor demanda, Lidl tiene un promedio de alrededor de 15 vehículos por día y estación, mientras que Kaufland llega a las 20 sesiones de carga por estación y día.
Gracias a este cambio, los clientes perderán el privilegio de poder cargar gratis durante su compra en las estaciones de carga rápida (sigue siendo gratuita en las de carga lenta y acelerada de hasta 22 kW). Pero a cambio los distribuidores podrán ampliar su red con nuevas estaciones que permitirán a los usuarios poder contar con una mayor oferta de carga para sus desplazamientos.
Esto sin duda es una buena noticia para todos ya que la disponibilidad de una amplia oferta de carga rápida es un pilar fundamental para la expansión del coche eléctrico de forma masiva, y donde la redundancia de puntos es clave ya que en el mundo real siempre hay imprevistos, como puntos no funcionales, ocupados por otros vehículos cargando, o directamente invadidos por vehículos diésel o gasolina más estacionados.
Ahora queda por ver si Lidl sigue el ejemplo de otras redes que mantienen su red de carga rápida como un atractivo más para sus clientes, por ejemplo con descuentos para los que realicen una compra en su establecimiento. Un formato intermedio que mantiene el atractivo de hacer la compra en el lugar, pero con un formato más sostenible que permita la expansión de la red.
Vía | Handelsblatt
