Apenas unos meses después de la presentación del prototipo que lo precedía, Cadillac ha revelado la versión de producción de su nuevo buque insignia eléctrico, el escultural Celestiq. Este shooting brake rompe con los cánones estéticos del segmento F (berlinas de representación) y se presenta como una propuesta muy personal que busca apuntalar el papel de la firma estadounidense en el competido sector premium.
El modelo cuenta con un conjunto propulsor formado por dos motores (uno en cada eje), los cuales le proporcionan tracción total, 608 CV (447 kW) de potencia y 867 Nm de par. Puede completar el 0-100 km/h en apenas 3,8 segundos, una cifra sorprendente para un vehículo de sus dimensiones que nos recuerda el salvaje rendimiento que permite la electrificación.
Su pack de baterías de 111 kWh le permite homologar una autonomía aproximada de 483 km EPA. En cuanto a la carga, puede llegar a un máximo de 200 kW en corriente continua, tardando 10 minutos en recuperar 126 km EPA. Aunque estas cifras no son malas, quedan lejos de los modelos con sistemas eléctricos de 800 voltios.
A nivel de chasis habría que destacar la suspensión neumática adaptativa, la amortiguación magnética, las ruedas traseras directrices capaces de torcer hasta 3,5º, el control de balanceo activo y la dirección asistida eléctrica progresiva. Aunque el vehículo utiliza la tecnología Ultium de General Motors, su plataforma ha sido desarrollada específicamente para él.
El Cadillac Celestiq estará fabricado a mano
Siguiendo los pasos de Tesla, se utilizan algunos elementos de fundición en su estructura para simplificar la producción (la parte inferior del vehículo emplea seis grandes piezas de aluminio, cada una de las cuales sustituye a 30-40 componentes estampados típicos). Por otro lado, el Celestiq también usa 115 piezas impresas en 3D (mandos de las ventanillas, tiradores, piezas decorativas…). Su ensamblado es, eso sí, completamente artesanal.
El habitáculo supone el regreso por todo lo alto de Cadillac al lujo más opulento, desmarcándose de la sobriedad de sus rivales alemanes y japoneses. Y es que aunque el minimalista diseño del tablero decepciona un poco por su falta de originalidad, el uso de combinaciones de colores verdaderamente llamativas como la tapicería azul de las fotos nos retrotrae a los glamurosos Cadillac de los años 50 del siglo pasado.
El Cadillac Celestiq dispone de puertas con apertura y cierre eléctrico, un techo panorámico inteligente de cuatro zonas que utiliza partículas suspendidas para ajustar el nivel de luz que entra, climatizador de cuatro zonas, un sistema de audio AKG de 38 altavoces, asientos calefactados y ventilados, iluminación ambiental con 450 LED…
El salpicadero está presidido por un gigantesco panel panorámico de 55 pulgadas que ocupa todo el ancho del habitáculo. Está dividido en tres secciones: instrumentación, sistema de infoentretenimiento y display del copiloto. En la consola hay un centro de control de 11 pulgadas, mientras que en la segunda fila de asientos nos encontramos otro de 8 pulgadas. Además, los pasajeros traseros también cuentan con sendas pantallas de 12,6 pulgadas.
Otro punto interesante es el sistema de conducción semi-autónoma «manos libres» Ultra Cruise, que incluye cambios de carril automáticos. En el momento de su lanzamiento funcionará en más de 3,2 millones de kilómetros de carreteras de Estados Unidos y Canadá, llegando a 5,5 millones más adelante. Es altamente probable que el Cadillac Celestiq llegue más adelante al mercado europeo como parte de los planes de expansión de General Motors para la marca.