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Glencore avisa del riesgo para el coche eléctrico y las energías renovables. No habrá cobre para todos

La expansión del coche eléctrico y las energías renovables se ha convertido en uno de los pilares para la reducción de las emisiones contaminantes. Pero los objetivos ambientales pueden estar en riesgo por la falta de componentes clave. Ahora es el gigante de las materias primas Glencore el que avisa de que la demanda superará la capacidad de producción de materiales como el cobre.

Así lo ha indicado su director ejecutivo, Gary Nagle, que en una reunión con los accionistas ha indicado que la demanda de cobre amenaza con superar la oferta disponible en 50 millones de toneladas al año en 2030. Algo que el directivo indica se traduce en dos años completos de producción de déficit según las cifras de 2021.

La razón del aumento de la demanda de cobre es la expansión de las energías renovables y el coche eléctrico, que se han convertido en nuevos y grandes clientes de este metal.

Glencore ha usado el modelo de predicción de la Agencia Internacional de Energía, donde la demanda de sectores como la construcción de turbinas eólicas, sistemas solares, almacenamiento de baterías, la construcción o actualización de redes eléctricas, aumentará en 100 millones de toneladas para 2030.

A estos se añadirán otros 20 millones de toneladas para la expansión de la movilidad eléctrica, principalmente ligado a la producción del bobinado para sus motores.

En general, es probable que la demanda mundial de cobre se estabilice en alrededor de 350 millones de toneladas al año, siendo la previsión actual para 2030 de alcanzar una producción de 300 millones de toneladas/año.

¿Un problema de suministro, o de especulación?

La cuestión es que durante este mismo evento, el director ejecutivo de Glencore ha puesto sobre la mesa que uno de los problemas a los que se tendrá que enfrentar la expansión de las renovables y el coche eléctrico no será la falta de suministro, sino la falta de capacidad de producción.

Algo que podemos extraer de las declaraciones del CEO de Glencore, que ha indicado que: «No nos apresuraremos a expandir la producción. No hasta que el mercado está pidiendo cobre a gritos y los precios están a unos pocos dólares de destruir la demanda que es cuando contaremos con suministro adicional de cobre

Un aspecto que nos avisa de que los gobiernos deberían realizar planes no sólo para lograr cumplir o al menos acercarse a los objetivos firmados en los acuerdos climáticos, sino poner en marcha las medidas que eviten que la especulación de las empresas puedan poner en riesgo estos retos.

Tal vez la más importante sea la de crear una potente industria del reciclaje, que permita recuperar la mayor cantidad posible de materiales ya extraídos, que sin duda es la forma más sostenible de afrontar la transición energética y contar con una alternativa que ponga límites a la especulación.

Vía | Handelsblatt

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