Son muchos los que han criticado los programas de los diferentes gobiernos para poner fecha final a la venta de nuevos coches con motor de combustión. En el caso de Europa se ha situado en 2035. Pero el mercado parece que irá por delante de estas normativas, y como ejemplo uno de los mercados más avanzados donde algunas marcas ya dirán adiós para siempre a los coches diésel o gasolina en 2023.
Se trata de la paradigmática Noruega, donde las matriculaciones mensuales de coches eléctricos puros ya superan el 80%, y creciendo. Un lugar donde algunas marcas apenas venden ya coches convencionales, lo que les llevará a dar el paso definitivo a muy corto plazo.
Es el caso de Hyundai, que en 2022 ha promediado unas ventas eléctricas del 93%. Algo que les ha empujado a tomar la decisión de dejar de comercializar sus modelos de combustión y centrar todas sus fuerzas en los eléctricos ya a partir del 1 de enero de 2023.
Sin duda el mercado noruego no es el más representativo debido a sus peculiaridades, como pequeño tamaño, elevado poder adquisitivo y fuertes incentivos públicos. Pero si suele ser una señal de por donde irán los tiros del futuro del resto de mercados.
BREAKING: “HYUNDAI Norway will ONLY SELL EVs from 2023!” There is no turning back; this year we sold 93% EVs. The customers are only buying EVs. We are ready from next week for this historic change. Source: Thomas Rosvold, Managing Director i Hyundai Motor Norway.
— Adam Berg (@AdamBerg4680) December 28, 2022
Por ejemplo, vemos como hace cinco años, en 2017, los eléctricos eran todavía una parte minoritaria en el mercado noruego, con menos del 20% de cuota de ventas, que se podían sumar al 19% de las ventas de híbridos enchufables.
Pero con la llegada de nuevas propuestas, el mercado noruego ha crecido de forma constante e incluso acelerando sus matriculaciones constantemente hasta llegar al 65% en 2021, contando solamente los eléctricos puros (BEV).
Una cifra que hasta el mes de noviembre de este 2022 ha llegado al 78.3% del total de ventas, lo que permitirá salvo sorpresa cerrar el año por encima del 80% de cuota de ventas para los eléctricos a batería, más lo que matriculen los híbridos enchufables, y que dejará a los coches con motor de combustión y a los híbridos no enchufables en unas cifras residuales.