Desde hace unos años, los SUV han ido comiéndole terreno a otros tipos de carrocerías, abocando a la práctica desaparición a monovolúmenes y sedanes. A pesar de que el éxito de los todocaminos no parece tener fin, como demuestran sus fuertes ventas en los principales mercados mundiales, el CEO de Citroën, Vincent Cobée, cree que su desaparición es inevitable.
«El mundo de los todocaminos está acabado». Cobée apunta a que poco a poco están comenzando a proliferar berlinas apenas un poco más altas que un turismo convencional; es decir, crossovers como el nuevo C4 X. El ejecutivo cree que este tipo de vehículos comenzará a popularizarse debido a que los coches eléctricos necesitan una buena aerodinámica para lograr una autonomía competitiva.
«En un coche eléctrico, si su aerodinámica es incorrecta, la penalización en términos de alcance es enorme. Puedes perder 50 kilómetros entre una buena y una mala aerodinámica, y entre un SUV y un sedán estás hablando de 60/70/80 kilómetros muy fácilmente», explica el directivo al medio británico Auto Express.
«La gente comenzará a limitar el peso y el tamaño de las baterías, ya sea a través de impuestos, incentivos, regulaciones y vergüenza», añade en referencia al elevado peso de los SUV eléctricos. «El segmento A ha sido asesinado por las regulaciones, [y] el segmento D-SUV será asesinado por la aerodinámica y el peso».
Citroën apostará por los más aerodinámicos crossovers
«Si vives en una gran ciudad, hace cinco años llevabas a tus hijos en un gran SUV y eras un hombre. Ahora, si haces eso, eres un ‘terrorista’… En la década de 1970, un automóvil pesaba 700 kg. Hoy en día, un automóvil promedio pesa 1.300 kg. Mañana un coche medio pesará dos toneladas. Así que estamos usando tres veces más recursos para brindar el mismo servicio, solo para ser ‘verdes’«.
Aunque Citroën comercializa dos SUV en la actualidad (C3 Aircross, C5 Aircross), el grueso de su gama está compuesto por crossovers (C4, C4 X, C5 X). Incluso el pequeño C3 tiene algunos rasgos típicos de este tipo de modelos, véase las protecciones plásticas en paragolpes, pasos de rueda, taloneras e incluso puertas. Se espera que el próximo C3 termine de completar esta transformación, pues aunque seguirá siendo un hatchback, tendrá una mayor altura libre al suelo y barras en el techo.
Los crossovers eléctricos tienen la ventaja de combinar la buena aerodinámica de una berlina con la altura adicional de un SUV, lo que permite integrar las baterías bajo el piso sin restar espacio al habitáculo. «Si nos limitamos a las ‘carrocerías SUV’ hasta 2030 y descubrimos que ya no hay clientes, será un aterrizaje forzoso… No querrás ser el último en abandonar la pista de baile«.
Fuente | Auto Express
