¿Por qué alguien ha pagado un anuncio contra Tesla en la Super Bowl?
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Publicado: 13/02/2023 13:32
La Super Bowl es uno de los eventos deportivos con más audiencia del mundo, y la que más gente reúne delante de la televisión en Estados Unidos. Cerca de 100 millones de personas sintonizan la retransmisión en directo. Un escaparate muy jugoso para las marcas, y que este año ha tenido como invitado un spot que atacaba al sistema de conducción autónoma de Tesla.
En este anuncio, que recordamos se emite en los momentos de mayor audiencia y mayor coste del año en Estados Unidos, podemos ver como se muestran una serie de fallos en el funcionamiento del Autopilot. Un anuncio bastante agresivo que pide explicaciones a la agencia de la seguridad en la carretera de Estados Unidos de por qué este sistema está homologado.
En el vídeo podemos ver como una unidad del Model 3 dotada presuntamente del sistema de conducción autónoma total (FSD) comete una serie de fallos, desde atropellar a maniquíes, salirse de la trazada en una carretera secundaria, saltarse señales de Stop y demás fallos.
Curiosamente, en todas las imágenes podemos ver al coche moverse por zonas donde no es habitual dar el uso a esta tecnología, como carreteras en mal estado, carreteras de montaña, e incluso en algún caso ponen el coche circulando a alta velocidad por un parking público donde se lleva por delante un carrito de bebé.
Curiosamente, nunca vemos desde dentro del vehículo una secuencia de atropello a un maniquí o silla de bebé. Siempre es desde fuera donde no sabemos si está o no conectado el Autopilot.
¿Quién está detrás del anuncio anti-Tesla de la Super Bowl?
Dejando de lado cuestiones sobre si los resultados son o no creíbles, y que el sistema a pesar de su potencial de mejora ofrece unos datos estadísticos en cuanto al ratio de accidentes mucho mejor que los coches sin Autopilot, la pregunta es quién ha pagado este carísimo anuncio, y por qué.
En 2022 según los datos de Tesla, con el Autopilot conectado, un Tesla tenía casi 10 veces menos posibilidades de sufrir un accidente que la media del sector. Unos datos que han determinado que durante el primer trimestre de 2022, los modelos de Tesla con el Autopilot conectado han registrado un accidente cada 6.7 millones de kilómetros. Una cifra que se pueden comparar con los datos que maneja la agencia de seguridad en la carretera de los Estados Unidos (NHTSA) que indican que hay un accidente cada 781.000 kilómetros.
Y es que al final como se suele decir, sigue el dinero. En este caso no es una organización sin ánimo de lucro que busca mejorar la vida de la gente o la seguridad en la carretera.
Detrás de la iniciativa The Dawn Project encontramos a Dan O’Dowd. Un ingeniero informático famoso por desarrollar software para la industria armamentística, y que ha diseñado los sistemas operativos de los Boeing 787, los cazas F-35 de Lockheed Martin, el bombardero nuclear intercontinental B1-B de Boeing y el vehículo de exploración Orion de la NASA.
Curiosamente, O’Dowd es también el fundador de la empresa Green Hills Software, especializada en desarrollar software para toda clase de dispositivos, incluyendo software para coches autónomos.
Una división que promete ser extremadamente rentable, pero que ahora se enfrenta a una Tesla que ha logrado importantes avances en los últimos meses, gracias a contar con una enorme flota aportando millones de datos cada día que permitan mejorar las prestaciones de su Autopilot.
La propia Tesla anunció acciones legales por la publicación en Youtube de las pruebas realizadas por la propia Dawn Project, ante lo que el propio Dan O´Dowd respondió con un lacónico «El maestro de los timos Elon Musk amenaza con demandarme por un anuncio de televisión. Parece que el señor absolutista de la libertad de expresión es otro llorica escondiéndose detrás de la falda de su abogado. Supongo que herí sus ingeniosos sentimientos. Ahora el cobarde de Musk arremete enviando peones para que combatan por él«.
Unas amenazas de Tesla que no parece haber amilanado a estos «activistas» que incluso han elevado el tono desarrollando y emitiendo un anuncio en las horas más caras del año en Estados Unidos, en un spot de 30 segundos cuyo coste de estima en torno a los 7 millones de dólares.