Muchos seguro que todavía recordaréis cuando en 2019 el entonces director de desarrollo de BMW, Klaus Frölich, lanzó una afirmación que le perseguirá toda su vida. En una entrevista a la prensa alemana indicó que no había demanda de coches eléctricos. Ninguna. Ahora, cuatro años después, BMW ha visto como las matriculaciones de coches eléctricos en todo el mundo se han disparado, e incluso las ventas de la propia BMW se han multiplicado por dos en un año. Algo que les ha llevado a apretar el acelerador con más inversiones y nuevos lanzamientos.
En 2022, BMW ha logrado vender un total de 215.000 coches eléctricos en todo el mundo. Una cifra que supone multiplicar por dos las de 2021, y que pavimenta el camino para un año, este 2023, donde las expectativas son de volver a crecer en una tasa cercana al 100%.
Esto será posible gracias a los planes del Grupo BMW para lanzar una gran ofensiva de nuevos modelos eléctricos en los próximos cinco años, incluido el lanzamiento de seis nuevos modelos en la próxima plataforma Neue Klasse (Nueva Clase).
Este mismo año BMW tiene unas expectativas de lograr alcanzar los 400,000 coches eléctricos a batería, lo que se traducirá en que el 20% de sus ventas ya serán modelos BEV. Una cifra que no parará de crecer llegando al 25% en 2025, al 33% en 2026 y con una cuota del 50% para 2030. Estimaciones de la propia BMW que claramente se quedarán cortas y que tendrán que ser actualizadas en breve.
El miércoles, el CEO Oliver Zipse dijo a los inversores que BMW ha acelerado en la transición a la electrificación. Algo que tiene reflejo en la reducción de las emisiones de su gama, que el pasado año se han colocado en una media de 105 gramos por km, 22 g/km por debajo de su objetivo.
Nuevos lanzamientos de BMW
Pero para vender más coches, BMW necesita urgentemente aumentar su familia de eléctricos. A corto plazo uno de los movimientos más esperado es la llegada del BMW Serie 5 eléctrico. Una propuesta que llegará de la mano de esta nueva versión que se lanzará al mercado este próximo mes de octubre, y que contará en 2024 con una variante familiar.
Otro modelo clave es el iX2. La versión con batería del crossover compacto X2, que también se renovará este año, y que llegará para competir ventas dentro del segmento de los Volvo C40 Recharge, y que llegará con argumentos como un sistema de propulsión de dos motores, con 230 kW (313 CV) de potencia, y una batería de 64.7 kWh, que le proporcionarán una autonomía estimada de algo más de 450 km WLTP.
Las otras marcas del grupo, Rolls-Royce y Mini, también recibirán nuevos modelos eléctricos. El Rolls-Royce Spectre, el primer eléctrico de la marca de lujo por antonomasia, llegará al mercado en el tercer trimestre de este mismo año, y lo hará con un precio estimado de 400.000 euros.
Por su parte Mini lanzará tres modelos completamente eléctricos, incluido el Mini descapotable en la primera mitad de este año, y un nuevo hatchback a finales de 2023. También veremos la llegada del Countryman eléctrico de cuatro puertas, que se lanzará en el primer semestre de 2024, y al que seguirá la versión de producción del concepto del Mini Aceman.
El Aceman y el Mini hatchback se construirán sobre una plataforma desarrollada con Great Wall Motors de China; el Countryman seguirá compartiendo la plataforma FAAR del grupo con el BMW X1.
Una pregunta clave es dónde se construirán los nuevos Minis eléctricos. Según Oliver Zipse, Director Ejecutivo del grupo, las negociaciones con el gobierno de Reino Unido continúan en marcha para ver si los incentivos públicos convencen al fabricante para mantener la producción en la planta de Oxford, Inglaterra. Por su parte el Countryman eléctrico ya se ha asignado a Leipzig, Alemania.
Seis modelos Neue Klasse
BMW no ha publicado un plan de modelo específico para la arquitectura Neue Klasse, excepto para decir que habrá seis modelos que se lanzarán una vez que comience la producción en 2025. Los primeros modelos estarán en segmentos de alto volumen, berlina, crossover y SUV compactos, lo que supone una apuesta muy ambiciosa imprescindible para lograr los objetivos de ventas.
Pero para lograrlo, además de producto, BMW necesita unas baterías competitivas. En este caso el fabricante alemán ha indicado que sus nuevos diseños han logrado crear un pack de baterías un 50% más económico gracias al uso de un tipo de celda cilíndrica y una química diferente.
Esta tendrá además un 20% más densidad energética, y proporcionará a los vehículos un 30% más autonomía con cada carga, además de un tiempo de recarga un 30% más corto que las actuales.
De cumplirse, BMW espera que los coches eléctricos logren igualar los costes de producción y márgenes de los modelos con motor de combustión en 2025. Un momento clave y un objetivo que alimenta la inversión de la marca.
Una de las claves será la reducción de los costes de producción que permitirá alcanzar la nueva plataforma. Se estima que esta rebajará un 50% los costes de las actuales arquitecturas. Una plataforma que comenzará su producción en la planta húngara de Debrecen, desde donde se extenderá posteriormente a Munich, China, México, y finalmente una nueva planta en Estados Unidos.
