Es el pan de cada día de los conductores de coches eléctricos. Y es que además de pocos puntos disponibles, al llegar a uno resulta que está ocupado por un coche con motor de combustión, o un eléctrico que no está cargando. Ahora, las autoridades australianas han tomado cartas en el asunto y han lanzado una norma que permite a los ayuntamientos poner multas astronómicas para disuadir a los infractores.
Los conductores podrían recibir multas de hasta 3.200 dólares australianos, 1.991 euros al cambio, por estacionar en espacios para vehículos eléctricos. Un proyecto que se ha puesto en marcha ya en cuatro estados de Australia.
Las multas, algunas de ellas añadidas a las normas de tráfico a finales del año pasado, oscilan entre 3.200 dólares en el Territorio de la Capital Australiana, a los 369 dólares (229 euros) en Victoria.
Desde las administraciones defienden la medida, indicando que las fuertes sanciones son importantes por un lado para concienciar a los usuarios que un punto de carga no es una plaza de aparcamiento, y además también para hacer de estos espacios un lugar que permita fomentar la adopción de coches eléctricos, evitando en la medida de lo posible las situaciones de frustración al no poder cargar sus baterías.
Las multas se aplican a los conductores que dejen vehículos gasolina o diésel en espacios destinados a coches eléctricos, pero también se aplicarán a aquellos coches eléctricos que no estén realizando una carga, y permanezcan en el espacio más allá del tiempo de cortesía para su retirada.
Según la ministra de Carreteras Metropolitanas de Nueva Gales del Sur, Natalie Ward: “Para asegurarnos de que la comunidad siga avanzando, queremos que los conductores de vehículos eléctricos tengan acceso a las estaciones de carga cuando estén disponibles”.
El presidente nacional de la Asociación Australiana de Vehículos Eléctricos, Chris Jones, dijo que si bien las sanciones por bloquear la infraestructura eran altas, eran necesarias para educar a un público que no es consciente de las repercusiones de la ocupación de estos espacios.
“Debe haber un conocimiento por parte de los usuarios de que hay lugares donde se puede estacionar, y lugares donde no. Y justo en un cargador para coches eléctricos es uno de los que no. Cada cargador disponible es muy importante para una flota de aproximadamente 80.000 coches eléctricos existente en Australia, y debemos asegurarnos de que no se bloqueen, ya sea intencional o accidentalmente”.
