Skoda ha advertido de que, de salir adelante la nueva normativa de emisiones Euro 7, se verá obligada a recortar su gama e incluso a cerrar una de sus plantas europeas. Los modelos cuya continuidad estaría en el aire serían los tres basados en la plataforma MQB A0, que no es compatible con ningún tipo de electrificación: Fabia, Kamiq y Scala.
«Si [la Euro 7] se aprueba de esta forma, Skoda tendría que cerrar una planta, porque dejaríamos de producir los modelos más pequeños: Fabia, Scala, Kamiq, lo que significa que al menos 3.000 puestos de trabajo [se verían] afectados», ha declarado Martin Jahn, jefe de ventas de la firma checa, durante una reciente intervención en televisión.
Jahn va incluso un paso más allá, cifrando en más de 10.000 los empleos directos e indirectos en riesgo en República Checa. Actualmente, los Fabia, Kamiq y Scala se fabrican en la planta de Mladá Boleslav, donde también se ensamblan los Octavia, Karoq y Enyaq. Este último es la única propuesta 100% eléctrica de la compañía.
Dado que esta factoría supone dos tercios del volumen global de Skoda y que Kvasiny, la otra planta checa de la empresa, tiene asegurado su futuro gracias a la asignación del nuevo Volkswagen Passat (que compartirá línea de producción con el próximo Superb), parece poco probable que estas instalaciones corran peligro. No podemos decir lo mismo de las de Bratislava (Eslovaquia), donde se hacen el CITIGOe y el Karoq, además de los SEAT Mii electric y Volkswagen e-up!
Volkswagen advierte de que la continuidad del Polo está en entredicho
Si bien la Unión Europea afirma que los beneficios para la salud superarán con creces los costes, algunas voces señalan que la aprobación de esta norma obligará a los fabricantes a desviar parte de sus inversiones del coche eléctrico, haciendo inviable además la comercialización rentable de automóviles térmicos asequibles.
En esta misma línea, Volkswagen ha advertido de que la Euro 7 podría suponer el final del Polo, que también emplea la plataforma MQB A0. Thomas Schäfer, CEO de la marca, afirma que «los vehículos más pequeños con motor de combustión se volverán prohibitivamente caros. Las nuevas medidas no son un problema para algo como un Audi A6 , que ya tiene tecnología híbrida y caja de cambios automática».
Es interesante recordar que, la semana pasada, un nutrido grupo de países europeos (Alemania, Italia, Polonia, Portugal, Rumania, Hungría, Eslovaquia y la propia República Checa) se reunieron para estudiar la posible formación de un frente común para forzar que la versión definitiva de la Euro 7 sea más laxa.
Fuente | Automotive News Europe
