Según informan los medios chinos, la era de las asequibles aterías de sodio está a punto de comenzar y han indicado que CATL instalará las baterías de sodio en los primeros coches eléctricos en el cuarto trimestre de este año, mientras que BYD comenzará la producción en masa de este tipo de baterías ya en el segundo semestre.
De esta forma BYD comenzará una producción que será destinada inicialmente al económico Seagull, que acaba de llegar al mercado chino, y desde donde se irán extendiendo a la serie Ocean de BYD a lo largo del año.
Un movimiento que desde china se interpreta como que tanto CATL como BYD, apostarán por las baterías de litio-ferrofosfato (LFP) como por las celdas de sodio de cara a la producción en masa.
La batería de sodio de CATL se estrenarán en la nueva marca creada pro el grupo Chery, iCar, que está centrada exclusivamente en los coches eléctricos e híbridos enchufables. Un proyecto del que Chery ha indicado conoceremos más detalles en las fechas cercanas a su lanzamiento, en el cuarto trimestre.
Además, Chery también ha dado un detalle importante, anunciando que las baterías de sodio también se instalarán posteriormente en su división de coches de bajo coste, como el QQ Ice Cream. Un modelo low cost que como recordamos está a la venta en China por apenas 4.000 euros al cambio.
De esta forma los fabricantes chinos están logrando encontrar una alternativa que permita reducir la presión o dependencia de otras químicas, como el litio, que ha vivido fuertes altibajos en los últimos años, y que han sido una de las razones para la apuesta por el sodio.
En julio de 2021, CATL presentó sus baterías de sodio que no destacaban por su elevada densidad energética, 160 Wh/kg, una cifra ligeramente inferior a las baterías LFP. Sin embargo, estas celdas ofrecían ciertas ventajas, como un menor coste, un rendimiento superior a bajas temperaturas y características de seguridad más elevadas.
Pero esta es la primera generación y la propia CATL ha confirmado que ya trabajan en una segunda generación que llegará a finales de este mismo año, y que elevará la densidad energética hasta unos más competitivos 200 Wh/kg. Una cifra clave que ha llevado a dar luz verde al inicio de su producción en masa.
La apuesta de BYD por el sodio
Además de CATL, la otra gran protagonista de este nuevo tipo de baterías es BYD. El pasado diciembre la empresa de Shenzhen anunció sus planes para comenzar la producción en masa en 2023 de unas baterías de sodio que estarían instaladas en un modelo compacto.
El gran favorito era el Seagull, que ha llegado al mercado hace pocos días. Finalmente durante el lanzamiento el urbano de BYD llegó con solo dos opciones de baterías, y en ambos casos dotadas de la química de LFP.
Pero ahora los medios chinos han informado que la variante del Seagull con batería de sodio llegará en la segunda mitad del año, y lo hará de la mano de un pack que rondará los 30 kWh, 305 km de autonomía homologada. Algo que igualará las cifras de la versión LFP, que posiblemente deje su sitio a la de sodio en 2024.
¿Serán las baterías de sodio la tendencia el próximo año?
La respuesta no es fácil ya que este tipo de química es relativamente nuevo en la industria, y tiene todavía retos por superar.
Beneficios de las baterías de sodio:
- Más seguras que las baterías de litio
- Mejor capacidad para soportar temperaturas frías
- Tasa de descarga más lenta
- Más baratas de producir
- Mejor para el medio ambiente y más fáciles de reciclar
Sus desventajas:
- Tasa de carga más lenta
- Menor voltaje
- Menor densidad energética
Pero está claro que con una apuesta decidida, las celdas de sodio no tardarán mucho en ser lo suficientemente competitivas como para ofrecer una alternativa a las de litio, lo que supondrá una presión extra para los productores de componentes que dan forma a las actuales baterías LFP y NMC, que verán como aumenta la competencia, lo que les obligará a evolucionar sus propuestas y a bajar precios.
